Empu-G es el nuevo programa que se ha puesto en marcha desde la concejalía de juventud en colaboración con la JCCM. Con un presupuesto de más de más de 28.000 euros se intentará fomentar la prevención en las diferentes adicciones juveniles -alcohol, drogas o juego-, así como tener una herramienta que los jóvenes necesitan para poder desarrollarse en su vida. Un proyecto piloto que comienza en la barriada Fraternidad, con tres grupos de jóvenes -el primero de 12 y 13 años, el segundo de 14 y 15 años y el tercero de 16 a 18 años- y cuyas plazas ya están cubiertas en su totalidad. En total 45 chicos y chicas participarán en este nuevo proyecto.
Noemí Martí, concejal de juventud e infancia, explicaba que a través de este proyecto se reafirman en el compromiso adquirido por el equipo de gobierno para promover actividades saludables para jóvenes y adolescentes, a la vez que se trabaja en potenciar la igualdad de género.
Son cuatro los educadores sociales que van a desarrollar este programa dirigido en Puertollano por Julián Merino, trabajando con aquellos jóvenes que son vulnerables ante una situación problemática. El proyecto se prolongará hasta el mes de diciembre y se tratarán temas de autoestima, acoso escolar, desarrollo de habilidades, personales y sociales, todo ello a través del ocio como la mejor forma de educar.
Además, Empu-G cuenta con el trabajo en red con los otros centros de la provincia donde también está en marcha, así como la colaboración de los centros educativos y de los servicios sociales de la ciudad. Incluso un intercambio a nivel europeo es posible a través de este programa.
Lidia Prieto, coordinadora provincial del área de prevención selectiva, señalaba en la presentación del inicio de este programa de ocio saludable que se trata de un “programa de oportunidades y de inclusión social, con actuaciones desde un modelo de visión positiva, en red para que ellos también se sientan arropados totalmente”. De hecho, los jóvenes que participan en este programa podrán participar en un Consejo de Participación provincial en el que ellos serán los que tomen las decisiones de lo que se hace en Empu-G, “trabajamos a través de su creatividad”.
En dicho programa participan jóvenes que tienen una situación que les puede llevar a otra más difícil, chicos que han llegado por el trabajo de calle realizado por las personas que van a impartir el mismo, con visitas a los IES, por el barrio Fraternidad, con la colaboración del proyecto Arco Iris. Sin embargo, Empu-G huye de crear grupos gueto, es un grupo diverso en el que existen muchas razones para llegar hasta Empu-G.
Todo ello para poner en valor “el presente de una ciudadanía, para que sepa escoger sus caminos en la vida”, justificaba Martí.
