‘Ingobernable (pero no contigo)’, editado por Ediciones Puertollano, es el primer libro de Héctor Peco (o sea, yo), periodista de Lanza, un encuentro narrativo que cabalga entre los textos en prosa y la nueva poesía, dándole espacio a la inspiración de los trazos para que el lector reflexione también a través de las ilustraciones que acompañan a estas más de doscientas páginas en las que también se invita a acompañar su lectura escuchando las canciones que se citan.
Escribir es siempre una aventura en la que inicias a salpicar de letras un folio en blanco y sólo según avanzas, sabes por dónde va a discurrir lo que viene después. Ponerle inicio a Ingobernable, es tal vez remontarse a las primeras notas que aparecieron en un teléfono móvil, con reflexiones tan breves como potentes para un autor que nunca ha llegado a verse con esa etiqueta del escritor que ve impresos sus libros.
“Mi intención inicial nunca fue llegar a publicar lo que estaba escribiendo. A menudo iba compartiendo reflexiones breves en forma de tweets que, de alguna forma, me animaron a dejarlas anotadas en un archivo que no tenía orden, ni periodicidad, pero que me llamaba cada poco para seguir escribiendo cosas que para mí tenían todo el sentido del mundo”, confiesa el autor -que es el mismo que da vida a estas otras páginas que le resultan más familiares- mientras espera que estas líneas no se entiendan como un ejercicio de autobombo que le generan, sobre todo, pavor.
Si se tiene que definir ‘Ingobernable (pero no contigo)’ con una etiqueta, quizás la más acertada sea la de ‘narrativa poética moderna’, si es que eso existe, con la que también pueden catalogarse a otros autores como Defreds, Marwan, Luis Ramiro, Luna Javierre, Cris Fuertes o Loreto Sesma. Este género, explica el periodista, “no es el que habitualmente suelo consumir, ni el que más me atrae como lector, pero sí que después de encadenar la lectura de varias novelas en prosa, me gusta encontrarme con reflexiones de otros escritores que, a través de sus propuestas, son capaces de contar lo que muchas veces estoy sintiendo y me cuesta canalizar en forma de palabras”.
Por eso, insiste, “tenía esa necesidad de encontrar la forma de contar historias en las que la gente que pueda acercarse hasta ‘Ingobernable’, tenga la posibilidad de revivir, de sonreír, de llorar también, pero, sobre todo, de encontrarse consigo mismas. No hay nada más bonito que ese momento en el que estás desbordado y encuentras el espacio para volver a sentirte vivo y de volver a ilusionarte de nuevo que, muchas veces, nos llega al acudir a las páginas de un libro”.
El objetivo que persigue es precisamente ése. “Pasada la vergüenza del desnudo literario y de la exposición en redes sociales para mostrar esa parte que mucha gente no conocía de mí, el objetivo es que cualquier persona perciba ese ejercicio de empatía, en el que los tipos duros también se enamoran, en el que los niños echan de menos serlo o en el que los ídolos se precipitan al olvido cuando la vida empieza a ir en serio”.
‘Ingobernable’ dice el prologuista de la obra, el también periodista, David López Palomo, “trasluce la vida. Y, sobre todo, el amor. No sólo hacia la pareja, el rollo o la novieta –más o menos seria–, sino también hacia la familia o los amigos”. Y en ese amor, como eje principal, es desde donde se mira y nace todo, dividido en tres bloques donde el amor es lo único en común entre todos ellos.
“El amor es lo que nos mueve a diario y lo que nos hace ser mejores. Tendemos a simplificar el amor como una relación de pareja, cuando en realidad este tipo de encuentros son los más volátiles, tal vez obligados por la sociedad que hemos construido donde los sentimientos visten con escudos. En un mundo donde lo esporádico es la moda, el verdadero amor está en los amigos con los que ríes y lloras, está en tu mascota o en todo aquello que te gusta hacer como puede ser leer, escribir o correr por la montaña”.
Escribir tiene que ver mucho con el arte de amar, porque juntar letras que van a ser compartidas con el resto, deben pasar el salvoconducto de ponerse en la piel del que va a leerlo. “Tengo la sensación de que todos los que nos dedicamos a contar, de una u otra forma, aspiramos a escribir un libro, aunque nunca no lo hayamos planteado. En mi caso ha surgido ahora, como podía no haber ocurrido nunca y lo que no sabría explicar es porqué ha sido en este formato y no en una novela, por ejemplo”.
De hecho, apunta, “he tenido varias tentativas de empezar a escribir una historia con su introducción, nudo y desenlace; y en mi cabeza las he tenido estructuradas, pero me ha faltado el empuje o el convencimiento de que era eso lo que quería contar. Sin embargo, con ‘Ingobernable’ sentí esa conexión desde el principio. No es lo mejor que he escrito en mi vida, y no lo digo como disculpa ante posibles decepciones, pero sí es algo que he sacado desde dentro y creo que va a poder apreciarse”.
Ingobernable, la canción de C. Tangana que cambió todo
Una de las canciones más reconocibles de C. Tangana en su disco ‘El Madrileño’ fue precisamente ‘Ingobernable’, un tema coreado a coro en plena postpandemia y que se convirtió en un himno casi generacional cuyo significado trascendió más allá de su letra y que dio para que cada uno la interpretase a su manera.
“Detrás de ‘Ingobernable’ se esconden muchas cosas y ninguna es la misma que la anterior. Para mí, éste es un concepto y un tatuaje sobre el codo, que sirve para definirme bastante bien. Nunca me he considerado desobediente, pero sí que he sido una persona que he avanzado por instinto”.

Y lo ha sido desde pequeño cuando tenía claro que el periodismo iba a ser su oficio, cuando todos le aconsejaban estudiar cualquier otra cosa; o cuando se fijaba en esa chica con la que sabía que no saldría bien. “Ser periodista vocacional exige creer en la bohemia, que no deja de ser un lugar donde las cosas son bellas pero casi imposibles. No sabría explicar dónde nació mi atracción por lo difícil o por todo aquello de difícil pronóstico, pero es algo que tengo innato y que posiblemente me condene a coleccionar fracasos toda mi vida y de todos los tipos posible”.
Recuerda el prólogo de ‘Ingobernable’ que “de poco sirven las palabras si no hay nadie al otro lado para reinterpretarlas; si no hay un niño que imagine, un adolescente que fabule o un anciano que busque entre letras la juventud perdida” y puede que ése sea el gran reto que persigue un libro que acaba de nacer, que la gente, de la edad que sea, se reconozca en alguna parte de sus páginas.
“Como lector, soy de los que colecciona las frases que lee y creo que, a lo largo de todo el libro, hay muchas oportunidades de rescatar fragmentos que merecen la pena”, pero sin mayores pretensiones.
“Evidentemente me gusta hacer las cosas bien y que la gente me traslade sus felicitaciones, pero mi pretensión no está en vender muchos ejemplares, con perdón de mi editor, ni en coleccionar followers en Instagram, ni en recibir reconocimientos de nadie. Creo que el mejor regalo que me va a dejar ‘Ingobernable’ es la cantidad de muestras de cariño que estoy recibiendo desde que comenzó esta aventura, primero de la gente que ha ido leyendo los bocetos y ayudándome a darle forma y después, de todos los que han comprado el libro y me han regalado su tiempo en forma de lectura”.
Dedicado a Conchi Sánchez
Una de las páginas más emotivas de todo el libro se encuentra casi al final de todo. Ahí el lector podrá encontrar la dedicatoria a Conchi Sánchez, fallecida el pasado mes de agosto y que para Héctor supuso un punto de inflexión. “Para mí Conchi, fue una persona muy especial. Antes de entrar a trabajar en Lanza, sólo habíamos coincidido en alguna ocasión, pero desde que llegué al periódico me hizo sentir como en casa y sin darse cuenta me empujó a escribir”.
La dedicatoria, justifica, “siempre tuve claro que sería para ella. Gracias a este trabajo volví a disfrutar escribiendo y siendo ella directora de Lanza, he publicado muchas historias que siempre celebraba como el gol de Iniesta en el Mundial. Era una persona que te arrollaba con su alegría y su marcha nos ha dejado un hueco insalvable”.
Por eso, subraya, “esto es una muestra de gratitud hacia su legado y una forma de darle la razón a las veces que me decía aquello de: “Tú eres escritor”. Realmente no sé lo que soy, y si habrá alguien que cuando llegue a la última página llegue a considerar que este libro ha merecido la pena, pero, estoy muy satisfecho y espero que si un cachito de estas páginas le llegan, pueda disfrutarlas, sabiendo que en cierta medida tuvo parte de culpa”.
‘Ingobernable’ se presenta el próximo 25 de mayo
El próximo sábado 25 de mayo, ‘Ingobernable’ se presenta en el Museo Cristina García Rodero de Puertollano a las 18:30 de la tarde, en un acto abierto a todo el mundo, en el que van a participar, además del autor, el periodista de Cadena Ser, Mario Carrero y el editor y gerente de Ediciones Puertollano, Javier Flores.
En la presentación, los asistentes van a poder disfrutar de la actuación de un sexteto de metales de la Agrupación San Miguel Arcángel, en otro de esos gestos de ingobernabilidad que el autor ha insistido en imprimirle en su bautismo ante el público.
“Contar con música cofrade en directo el día de la presentación de ‘Ingobernable’ era una de mis ideas más locas y estoy convencido que van a emocionar a todos los presentes”. La razón, de nuevo, es la música de C. Tangana, “si él lo ha conseguido, por qué nosotros no íbamos a hacerlo”.
Hasta entonces, ‘Ingobernable’ puede adquirirse en librería La Mancha de Puertollano, ubicada en Paseo San Gregorio, 29; en Ediciones Puertollano, situada en calle Amargura, 14; o contactando directamente a través de la cuenta de Instagram @hectorpecal.