Abrirse paso en el mundo artístico no es fácil y las artistas inician su búsqueda hacia nuevos estilos que estén poco explotados y encontrar así un hueco en este mundo cultural que pueda hacer posible ofrecer algo diferente al público y a sus potenciales clientes. Es lo que ha intentado Estefanía Sanz a través de su marca, Kusak Mosaic, con la que ofrece obras de arte realizadas a través de la técnica ancestral del mosaico.
Esta joven puertollanense, Estefanía Sanz, estudió Bellas Artes en Cuenca y ha hecho del arte del mosaico su seña de identidad. El colorido, el brillo de sus piezas, una mirada diferente de las mismas y la paciencia de poder poner, pieza a pieza, hasta conformar la obra total son las principales características de la obra de esta mujer que ha expuesto junto a otras mujeres artistas en la muestra colectiva de Artfem en el Museo Cristina García Rodero una de sus piezas y que recupera también una técnica ancestral como son los mosaicos como forma artística.
Cuando te adentras en su taller, ese lugar protagonista de las creaciones de las artistas, los botes de cristal llenos de pequeñas teselas de múltiples colores inundan las estanterías, como si de un arco iris se tratara, esta imagen se fija en tus retinas cargada de la luz exterior y de la luminosidad de la sala, en otra de las paredes de este taller cargado de creatividad luce parte de la obra que Sanz ha realizado.

A todo este entramado creativo se suma una mesa donde Estefanía Sanz pasa horas y horas trabajando bajo la concentración de saber unir cada una de estas teselas y el sonido de la máquina lijando cada una de estas piezas que puedan proporcionar el resultado final requerido y pensado. La imagen concreta que tiene en su cabeza plasmada a través de miles de pequeñas piezas.
“Cuando estudiaba Bellas Artes estaba el tema de los ordenadores muy de moda y yo me fui por las asignaturas relacionadas con el diseño de ordenadores y cuando terminé me dediqué más al diseño gráfico en una página de internet, aprendí muchísimo aquí porque los concursos ves lo que hacen los demás y yo veía lo que hacían otros diseñadores y me servía también de inspiración” cuenta y prosigue, “buscaba por internet tutoriales y así fui aprendiendo otras técnicas, con esto de los mosaicos me pasó un poco igual pero a base de buscar información y ver técnicas he ido mejorando”, señala Estefanía Sanz mirando sus obras, “esta técnica que tengo ahora mismo a mí me sirve y he ido perfeccionándola” hasta llegar a lo que muestra en sus exposiciones y en las obras de arte particulares que forma parte también de su trayectoria artística.

Sanz explica que se decantó por esta técnica porque a su marido le gustaban mucho los puzzles y desde ahí él empezó con el tema de los mosaicos con azulejos y “me picó a mí también la curiosidad y empecé yo también a investigar sobre esta técnica”. De esos azulejos de los inicios Estefanía Sanz ha pasado a trabajar con el vidrio reciclado de decenas de colores, apostando así también por la sostenibilidad en sus obras, “me gusta utilizar materiales reciclados para crear obras, algunas bases son restos de un aglomerado que vas recubriendo y dan otra imagen al finalizarla”, destacaba Estefanía Sanz.

Técnica
La técnica que KusaK Mosaic utiliza para llevar a cabo estos mosaicos y hacer retratos pasan por diseñar, en primer término, por ordenador la imagen que se quiere trasladar al mosaico, “cojo la foto que me interesa, hago el facetado de las partes que quiero de cada color y cuando tengo el resultado que me gusta la imprimo a tamaño real que va a tener, últimamente las obras que estoy haciendo tienen 1,22 m x 1,22 m, y luego se le pone encima una malla que es sobre lo que se va trabajando para hacer el resultado final, para luego poder despegarla y pegarla en un soporte con un marco, se pone el borde y se le echa la lechada”, explica Estefanía Sanz sobre la técnica que utiliza para hacer sus magníficos retratos de mosaico.

Si no es un retrato la obra que va a hacer, la técnica que sigue para su elaboración cambia y pasa por elegir, en primer lugar, los colores que va a utilizar y las texturas y, a partir de aquí, a mano alzada va trazando la forma que en ese momento le inspira “y voy improvisando porque las teselas van siendo lo que me va pidiendo el diseño y a mí me sirve mucho de mindfulness porque el rato que estoy haciendo esto me olvido de todo lo demás y me centro en la perfección de lo que tengo que conseguir, que las piezas estén separadas todas por la misma distancia, que el ángulo sea el correcto, que no tenga picos y hasta que no se queda la pieza perfecta no la pego, es un proceso lento pero a mí me encanta”. Es el caso de su colección de obras que giran en torno al mundo microscópico para poder conseguir formas orgánicas de las que ya aglutina un buen número con diferentes colores y texturas, pero todas ellas con la perfección en sus piezas y la unión de las mismas como premisa.

El dorado, negro, cobre asegura que son algunos de sus preferidos aunque también está muy presente el rojo y otras tonalidades, así como los contrastes brillo y mate, “las combinaciones de este tipo me gustan mucho, las texturas diferentes, conforme te vas moviendo va cambiando y las aguas que va haciendo se ven de diferente forma, a mí me gusta porque me puedo pasar horas mirándolos y esto es también lo que yo quiero transmitir al espectador”, cuenta Sanz porque asegura que “a mí eso es que me da paz, no es que tenga un trasfondo artístico, para mí es la búsqueda de la belleza y de contemplarlo y sentir tranquilidad, es lo que intento buscar con este tipo de obras”.

Mosaicos realizados con materiales nobles, apostando por la sostenibilidad y el medioambiente a través del reciclaje de muchos de los materiales que en ellos se utiliza para poder comenzar una de estas obras que están hechas con mucha serenidad, mucha dedicación, mucha concentración y sobre todo una gran perfección, donde el encaje de cada una de estas teselas es perfecto.
Admirar cada una de las piezas que salen del taller de Kusak Mosaic y de las manos de Estefanía Sanz es el objetivo final de todo su proceso de elaboración, y de hecho lo consigue. Así, de una manera hipnótica se pueden contemplar cada uno de los retratos en los que de cerca se aprecian las teselas unidas entre sí por finas líneas, pero en la distancia la imagen cobra mayor protagonismo y las teselas se van difuminando poco a poco para dar paso a la persona protagonista del cuadro en cuestión.

Estefanía Sanz ha expuesto en Cabo de Gata, en Bolaños, en el restaurante Villa Isabelica, con Artfem, pero también ha dejado su impronta en un hotel de Holanda con su logotipo a base de los mosaicos de Kusak Mosaic donde en un suelo hecho con teselas hexagonales Estefanía Sanz incrustó su logotipo en una parte del mismo para que el encaje fuera perfecto, así como en otros establecimientos como Ishvara Yoga con diferentes mosaicos figurativos o en la Casa del Valle, además la rotonda de salida de Argamasilla de Calatrava también tiene sus mosaicos y el sello de esta artista puertollanense.

Una forma diferente de hacer arte y contar con obras de mosaicos a los que las personas que estén interesadas pueden acceder a través de la adquisición de una de las que ya muestra en su taller o hacer un encargo a título particular. Podrá llegar hasta Estefanía Sanz a través de kusakmosaic@gmail.com o a través de @kusakmosaic