El ciclo de conferencias del Carbonífero ha continuado este martes con la intervención de otro de los miembros del equipo de investigación y geólogo, Juan Peláez, quien ha hablado de las peculiaridades de la cuenca carbonífera de Puertollano.
Así, Peláez ha hecho referencia a un dato interesante, y es que en la cuenca carbonífera de Puertollano se han dado simultáneamente la pizarra bituminosa y el carbón, es raro encontrar ambos en los mismos yacimientos porque las pizarras bituminosas se originan más bien en ambientes marinos con restos de organismos y el carbón es a partir de restos vegetales, explicaba y continuaba afirmando, “normalmente una cosa excluye a la otra, pero aquí no porque ha habido yacimientos bituminosos pero también yacimientos de carbón”. Además en la cuenca carbonífera de Puertollano existe la presencia de tiburones primitivos pequeños de los que hablará el próximo viernes Rodrigo Soler, otra de las particularidades de la misma y pocas cuencas mineras tienen sus orígenes en el Carbonífero hace 303 millones de años, “hay pocas de la edad similar a esta”.
La cuenca carbonífera de Puertollano es una cuenca pequeña, con 12 km de largo, pero es muy especial porque cuenta con muy pocas deformaciones de los materiales por lo que las rocas se depositan de forma horizontal, así es la cuenca carbonífera de Puertollano “es un yacimiento tipo hamaca y se ven los afloramientos de las capas en forma concéntrica, eso no se ve en ninguna cuenca del país, solo aquí por el tipo de situación geotectónica donde se sitúa la cuenca, por su génesis, no sufrió deformaciones posteriores”.
En la cuenca carbonífera de Puertollano se han dado hasta 15 capas de carbón -en tramos de unos 600 m de sucesión sedimentaria- y tres niveles de pizarra bituminosa que también fueron objeto de explotación en tiempos de escasez de hidrocarburos de ese país.
Por debajo de esta cuenca ahonda Peláez que se encuentran materiales mucho más antiguos de una antigua cadena montañosa que se erosionó y pasaron más de cien millones de años, entre lo que está debajo de la cuenca y lo que está encima de la cuenca, y durante ese tiempo la Península Ibérica estaba en una situación muy diferente a la actual. Peláez considera que la cuenca carbonífera de Puertollano era de mayores dimensiones que las actuales porque los afloramientos de estos carbones en superficie no se formaron a esta profundidad, tienen que estar sometidos a unos doscientos grados que se originan a varios kilómetros de profundidad, lo que les lleva a pensar que este yacimiento por encima tenía más sucesiones sedimentarias.