La Jornada de Cooperación, que alcanza ya la décima edición, se ha celebrado este jueves teniendo como protagonistas a las personas con discapacidad de los países en vías de desarrollo. Precisamente sobre esta partida -que este año se sitúa en 12.000 euros y para la que se han presentado cinco proyectos- habló la alcaldesa de Puertollano, Mayte Fernández, señalando que dado que los impuestos no se van a incrementar esta partida se mantendrá en esta misma cuantía económica, si bien la primer edil manifestaba que “la aportación que hace la ciudadanía a las cuentas públicas es también una aportación solidaria, no habrá muchos cambios para el año que viene, vamos a ver si somos capaces de mantener la partida”.
Fernández elogiaba que estas jornadas sobre cooperación se mantengan en el tiempo y cumplan ya una década -Rosa Caballero fue la concejal que en su momento institucionalizó las mismas- para intentar aportar un granito de arena desde Puertollano, tanto aportando ayudas directas a la cooperación como a través de la sensibilización, “siempre al lado de la cooperación y de la integración”.
Angela Chicharro, es una joven puertollanense que trabaja en Bolivia en cooperación con personas con discapacidad a través de MISEVI. En total atiende a unos 70 jóvenes y niños con discapacidad que cuentan, a través de este proyecto, con varias etapas educativas además de fisioterapia, logopedia y otras atenciones necesarias, además se prepara a los jóvenes para la vida adulta y que adquieran habilidades y se trabaja para promover leyes a favor de las personas con discapacidad. Chicharro trabaja en el centro “Sigamos” para niños y jóvenes con discapacidad que se encuentra en una zona rural de Cochabamba, niños y jóvenes que pertenecen a familias con muy bajos recursos y que este jueves traía su experiencia a Puertollano.
Además, esta misionera seglar ha traído hasta Puertollano algunas de las labores que hacen las mujeres de esta zona de Bolivia, a través de un proyecto de promoción de la mujer a nivel laboral.
Por su parte, Beatriz Martínez hablaba de la relación entre la discapacidad y la pobreza y de la situación que estas personas viven en estos países a los que se les trata únicamente como enfermos. Martínez apuntaba que precisamente es esta situación la que debe cambiar porque son “sujetos de derecho que deben estar incluidos en todas las políticas y acciones que se lleven a cabo en un país, el objetivo tiene que ser la inclusión, porque sin inclusión no hay desarrollo”.
Por último, Martínez afirmaba que hay mucha carencia para estas personas con discapacidad y se propone un enfoque dual con acciones específicas para igualar la situación de estas personas con discapacidad que se encuentran discriminadas y, luego, una acción horizontal en la que se tengan en cuenta las políticas de cooperación que se lleven a cabo. Beatriz Martínez ha trabajado para la ONCE y el CERMI en España y asegura que una persona que tiene problemas visuales en un país en vías de desarrollo cuenta con una mayor discapacidad, porque no tiene acceso a recursos para evitar, en la medida de lo posible, esa discapacidad.