Una Perseida produjo una espectacular bola de fuego esta pasada noche, -22: 08 hora local- que sobrevoló Castilla-La Mancha y Andalucía. Se trata de la Perseida más brillante registrada este año sobre España y numerosos testigos se han hecho eco del evento en redes sociales.
Según informa la Fundación Astrohita, el fenómeno fue grabado por los detectores que la Red de Bólidos y Meteoros del Suroeste de Europa opera en el Complejo Astronómico de La Hita (Toledo) y en los observatorios astronómicos de Calar Alto (Almería), Sierra Nevada (Granada), La Sagra (Granada) y Sevilla.
Estos detectores trabajan en el marco del Proyecto SMART, que tiene como objetivo monitorizar continuamente el cielo con el fin de registrar y estudiar el impacto contra la atmósfera terrestre de rocas procedentes de distintos objetos del Sistema Solar.
El evento fue analizado por el investigador responsable del Proyecto SMART, el profesor José María Madiedo del Instituto de Astrofísica de Andalucía (IAA-CSIC). Este análisis ha permitido determinar que la bola de fuego se inició a una altitud de unos 130 kilómetros sobre la provincia de Ciudad Real, casi sobre la vertical de la localidad de Puertollano. Desde allí avanzó en dirección suroeste, extinguiéndose a unos 81 km de altitud sobre la provincia de Málaga, casi sobre la vertical de Marbella.
Según la Fundación Astrohita, las Perseidas están producidas por el cometa Swift-Tuttle. Este cometa completa una órbita alrededor del Sol cada 133 años aproximadamente. Y cada vez que se aproxima a nuestra estrella el Swift-Tuttle se calienta, emitiendo chorros de gas y pequeñas partículas sólidas que forman la cola del cometa.
Entre finales de julio y finales de agosto
Todos los años, entre finales de julio y finales de agosto, la Tierra cruza los restos de esta cola, lo cual provoca que estas partículas choquen contra la atmósfera a una velocidad de 210 mil kilómetros por hora, dando lugar a las estrellas fugaces Perseidas. En ocasiones, estas partículas desprendidas del cometa Swift-Tuttle son de mayor tamaño, y cuando estos fragmentos entran en la atmósfera generan brillantes bolas de fuego como la registrada en la noche del 13 de agosto.
