La investigadora puertollanense Sara Bachiller (1988, Puertollano) ha sido galardonada con el prestigioso Premios de Investigación otorgado por la Real Maestranza de Caballería de Sevilla y la Real Academia Sevillana de Ciencias. Este reconocimiento, destinado a jóvenes investigadores, subraya la relevancia del trabajo científico desarrollado por Bachiller y su impacto tanto a nivel personal como profesional.
Sara Bachiller, quien realizó sus estudios de licenciatura en bioquímica en Córdoba, destaca la importancia de este premio en su carrera. «El premio es una gran dosis de energía a nivel personal y profesional, además de tener un gran impacto social», comenta Bachiller. Resalta también la constancia necesaria en la carrera investigadora y la escasa visibilidad que a menudo tiene este trabajo: «Aunque los aplausos ya cesaron, es importante destacar que los investigadores seguimos ahí en la sombra, intentando mantenernos a flote en el sistema científico pero disfrutando cada día de este maravilloso trabajo que llega a ser una forma de vida».

De Puertollano a Sevilla pasando por Suecia
Tras obtener su licenciatura, Bachiller se trasladó a Sevilla, donde completó un máster en neurociencia y realizó su tesis doctoral. En 2017, concluyó su tesis sobre el impacto del estrés en el desarrollo de la enfermedad de Alzheimer, trabajo que considera fundamental en su trayectoria. «Pasé tres maravillosos años aprendiendo cómo afecta el estrés a la enfermedad de Alzheimer, trabajos que considero marcaron un antes y un después en mi carrera científica», explica Bachiller, refiriéndose a su etapa en la Universidad de Lund en Suecia.
Con la llegada de la pandemia en 2020, Bachiller regresó a España para continuar su labor investigadora en el Instituto de Biomedicina de Sevilla (IBiS). Actualmente, trabaja en un proyecto sobre la infección por VIH y su relación con el desarrollo de un tipo de demencia asociada a esta infección. Este esfuerzo le valió un contrato Ramón y Cajal, un reconocimiento significativo en el ámbito científico español.
«En 2020, una vez de vuelta a España, empecé a trabajar en un proyecto muy bonito acerca de la infección por VIH y cómo eso hace que se desarrolle un tipo de demencia. A los dos años de empezar, conseguí un contrato nacional, que son los contratos Ramón y Cajal, que son como ya el paso previo a esa estabilización», relata Bachiller.

Los contratos Ramón y Cajal son ayudas que pretenden fomentar la integración en instituciones de investigación de investigadores tanto españoles como extranjeros con trayectorias sobresalientes. Estas subvenciones están diseñadas para que los investigadores adquieran las competencias y capacidades necesarias para asegurar un puesto permanente en una entidad de investigación del Sistema Español de Ciencia, Tecnología e Innovación. Además, se busca especialmente incentivar el retorno de aquellos investigadores que han estado desarrollando su actividad profesional en el extranjero durante un periodo significativo.
La situación del sector y la brecha de género
Sara Bachiller cree que el estado actual del sector de la investigación en España es «regular.» Aunque reconoce que ha habido mejoras a lo largo de los años, también señala que las financiaciones han empeorado. «No es algo que de un día para otro podamos obtener un resultado, entonces hay que invertir. Y bueno, pues muchas veces es bastante complicado. Bueno, lidiamos con financiaciones que cortas para todo lo que se puede hacer», detalla.

A pesar de estas limitaciones, destaca la alta calidad del trabajo de los investigadores españoles. «Creo que en España hay muy buenos investigadores, creo que se hace una ciencia excelente, pero excelente para los recursos que tenemos», afirma, comparando su experiencia internacional: «Yo que he estado fuera te puedo decir que lo que yo fuera tardaba en hacer dos días, aquí puede ser casi un mes de trabajo».
En cuanto a la cuestión de género en la ciencia, Bachiller cree no haber experimentado personalmente discriminación, pero reconoce la disparidad en los puestos más altos. «No he tenido ningún tipo de problema, ni me he sentido discriminada, ni nada. La realidad, pues no hay nada más que mirar datos. Actualmente hay, no me acuerdo exactamente, que te lo he dicho un poco de cabeza, pero creo que en torno al 70-80% de las personas que llegan a los puestos más altos son hombres», comenta.
Sara Bachiller cree que «cada vez se están dando más oportunidades de igualdad»
Bachiller sugiere que la interrupción de la carrera profesional para ser madre puede ser un factor, aunque reconoce que cada vez hay más oportunidades de igualdad. «Cada vez menos, es cierto, pero de alguna manera repercute mucho ese parón que tiene si quiere ser madre en su carrera investigadora», concluye, subrayando que «cada vez se están dando más oportunidades de igualdad».
En su discurso de recibimiento del premio, Bachiller también reconoció el apoyo fundamental de sus mentores y colegas. «A mis directores de tesis, el Dr. Ángel Carrión y la Dra. Rocío Ruiz Laza, que como hacen unos padres cuando un niño empieza a andar, me agarraron de las manos y me guiaron en mis primeros pasos en la ciencia», afirmó con gratitud. Además, agradeció a su familia y pareja por su constante apoyo, destacando la importancia del entorno personal en su éxito profesional.

Bachiller finalizó su discurso con una reflexión sobre las dificultades inherentes a la investigación científica y la importancia de la perseverancia: «Como no estás experimentado en las cosas del mundo, todas las cosas que tienen dificultad te parecen imposibles; confía en el tiempo que suele dar dulces salidas a muchas amargas dificultades».
Este reconocimiento no sólo celebra los logros individuales de Sara Bachiller, sino que también destaca el valor de la investigación científica en la sociedad, especialmente en tiempos difíciles. La trayectoria y dedicación de Bachiller pueden ser testimonio inspirador para aquellas mujeres que quieran hacer carrera en la investigación.