La empresa Duralex ha entrado en todos los hogares de hace unas décadas. Todos recordamos aquellas vajillas de cristal templado de inmensa durabilidad que podían adquirirse tanto en cristal transparente como en verde o ámbar. Esta empresa, radicada en La Chapelle-Saint Mesmin, en Loirte, en Francia, ha sido declarada en quiebra por el tribunal comercial de Orleans.
Se trata de un menaje del hogar que se podían ver en todas las casas de las madres y abuelas pero que en estos últimos tiempos no han tenido la misma fama de calidad y durabilidad y se ha ido apostando por otro tipo de productos.
Tras el cierre de esta fábrica, y dado que este tipo de menaje de cocina era ya difícil de adquirir en estos últimos años, sí que existe un establecimiento comercial de la ciudad de Puertollano, en el Bazar Tercia, todavía se pueden comprar estas piezas que ya son casi una “reliquia” de nuestro pasado.
Mari Navarro es una de las propietarias de este establecimiento, junto a su hermana Elo, y explicaba a Lanza que este tipo de productos siempre han tenido muy buena venta, no tanto en los últimos años. Navarro recuerda que estas adquisiciones se hacían por su gran durabilidad, pero también apunta su problema a la hora de romperse, “se hacían en mil añicos y estabas una semana recogiendo trozos de platos o vasos de este tipo”.
Además, Navarro recuerda que “las madres compraban para sus hijas este tipo de platos y vasos para su dote en varios modelos porque había platos, vasos, fuentes, tazas, de todo, para el diario de la casa se compraba muchísimo porque eran muy buenas, además este cristal no corta”, apunta.
Así pues, para los nostálgicos de esta mítica vajilla todavía podrán adquirir algunas piezas y lo podrán hacer en la ciudad de Puertollano. Un trozo de la empresa Duralex todavía queda en Puertollano.