En la ciudad de Puertollano existen dos zonas que son las habituales para que la población salga a andar, una de ellas es el recorrido desde el centro de la ciudad hacia el polígono escaparate donde las anchas aceras invitan a ello y siempre hay ciudadanos andando o los paseos por el carril bici más en contacto con la naturaleza y con menos personas transitando por el mismo.
Andar es una de las actividades físicas que está recomendada para todas las edades, cada uno podrá llevar su ritmo y lo puede hacer en compañía –siempre marcando las distancias y protegidos con las mascarillas- para, por lo menos, sentir que hay alguien a tu lado en algún momento del día con el que poder charlar.
A primera hora de la mañana estas zonas se convierten en auténticas rutas de desahogo pandémico, zonas por las que pasear a diario son escogidas por muchos ciudadanos. Algunas de estas personas son mujeres jóvenes que, tras dejar a los niños y niñas en los centros escolares, pueden tener su tiempo para hacer algo de actividad física y escogen esta opción en su recorrido y tiempo libre.
“Antes de la pandemia quedábamos para tomar un café ahora hemos elegido esta otra opción como una forma de desahogo. Te sirve de desahogo psicológico porque vamos hablando de muchas cosas y no es ninguna tontería, te pones en forma y el día que no voy lo noto mucho, me encuentro mal, hay días que hacemos la misma ruta, otro cambiamos la ruta y nos vamos por otro lado, vamos dando la vuelta al pueblo”, explica Ana Mª Capilla, “además un día a la semana hacemos una ruta con los grupos de EBA de Puertollano que son más rutas culturales y no es solo andar, te van explicando cosas antiguas de Puertollano, barriadas que no conocíamos”, apunta.
Para muchos es “el único ratito de relax porque no se puede hacer otra cosa, pasear y pasear”, lamenta Pilar Juárez, una misma versión que ratifica Teresa Lendrino “porque yo después de andar me meto en casa y ya no salgo en todo el día por eso para mí esto es un desahogo, sales, hablas un poco con la gente manteniendo nuestras distancias, salimos por andar y por vernos porque es lo único que hacemos”.
No solo es gente de mediana edad la que realiza estos paseos por las habituales zonas de Puertollano, también gente de avanzada edad dedica su tiempo a andar “porque luego ya me meto en mi casa sin salir, nada, nada, nada, pero ya como he estado en la calle me meto en mi casa y estoy más feliz, no hablo con nadie ni me paro porque si hablo me fatigo mucho”, señala Sebastiana Caballero, quien a sus 78 años sale por la mañana andar alrededor de una hora y cuarto, aunque reconoce que no tiene miedo de este virus como otras personas mayores han indicado, que “lo que tenga que pasar pasará”, asume resignada ante esta complicada situación.
En el recorrido de esta caminata los ciudadanos que han aceptado hablar para Lanza justifican que “en este ratillo, salir y despejarnos siempre viene bien, vamos alternando el recorrido por el carril bici o hacia el polígono escaparate”, si bien asegura que hay diferencias entre una zona y otra porque en el centro de Puertollano siempre se suelen cruzar con más gente y hay que ir siempre con mascarilla, sin embargo en la zona del carril bici, más en contacto con la naturaleza, hay menos población andando y en ocasiones es más llevadero. Tras el paseo “hacer unos recaos y luego ya para casa”, subraya Carla Ponce.
Otra persona de mayor edad reconoce que sale a andar todos los días a las 8:30 de la mañana, “me lo aconsejan los médicos que salga a andar”, justifica de esta manera su salida a la calle, “yo por lo menos luego ya no salgo, tal y como estamos ahora en este tiempo con el Covid-19 ya no salgo, si no sí saldría, me apetece pasear y es el mejor medicamento”, justifica.
Caminar, una gran terapia física
Los profesionales de la actividad física reconocen que caminar es una de las mejores terapias físicas porque es apto para cualquier edad, cualquier persona y no se requiere grandes condiciones físicas, cada uno puede llevar su propio ritmo.
Javier Machuca, profesor de educación física, afirmaba que es importante salir a caminar cuando está la luz del día porque de esta manera los beneficios serán mucho mayores.
“No se requiere una condición física previa para salir a caminar y además es un ejercicio que previene enfermedades como la obesidad o la osteoporosis, el infarto de miocardio, está demostrado científicamente sus beneficios y sobre todo es muy aconsejable para las personas que padecen diabetes tipo 2, para estas personas caminar beneficia la sensibilidad de las células por la insulina, el hecho de caminar sus células mejoran mucho la capacidad para poder coger esa insulina, por eso aconsejan a las personas diabéticas que caminen todos los días para mejorar su salud”.
Del mismo modo, los buenos efectos a la hora de caminar también están presentes en las personas que sufren trastornos de ansiedad o de depresión porque ir caminando durante un tiempo genera endorfinas y nos hace prevenir este tipo de trastornos mentales. “Con una hora al día caminando está bien”, aconseja Machuca, quien además explica que “también depende del tipo de actividad que se realice a lo largo del día, si va a ser muy sedentaria alrededor de una hora y media sería lo más aconsejable”.
Pero sobre todo el hecho de andar al aire libre tiene todavía mayores beneficios y es más saludable, “el hecho de hacerlo al aire libre, en este tiempo de confinamiento que estamos teniendo hace que la gente se agobie mucho, y andar y caminar al aire libre nos transmite múltiples beneficios”.
Así pues, los consejos marcados para realizar esta actividad pasan por salir a la hora de la luz solar porque por seguridad es mucho mejor para evitar tener algún accidente ante la ausencia de luz y dentro del núcleo urbano con la iluminación no suele existir este tipo de problema pero siempre será mucho más aconsejable con la luz del día.
Además, hay que variar el recorrido para evitar que sea monótono y las ganas de salir a andar queden atrás, que sean unas rutas seguras, llevar el teléfono móvil para cualquier problema que pudiera surgir y un calzado adecuado para caminar, una botella de agua y para los diabéticos algo de comer.
Aunque a la hora de caminar no hay que recomendar una postura en concreto para realizar este ejercicio físico, sí que es recomendable llevar bastones cuando se va a caminar más de una hora para favorecer el retorno venoso de las manos, una cuestión muy importante para aquellas personas que sus caminatas son más largas de lo habitual.
Beneficios en la salud mental
Blanca Torres, psicóloga, explica los beneficios que supone a nivel de salud mental salir a caminar todos los días durante una hora, beneficios que en este tiempo se multiplican. Torres afirma que “cuando empezamos a caminar con dos piernas fue para desplazarnos andando, recogiendo cosas, descubriendo otros entornos, relacionándonos –un factor muy importante, la socialización-, evolucionamos para hacer movimiento no para estar sentados delante de pantallas y esta actividad genera continuos beneficios, relaja, disminuye un poco el cortisol y nos hace sentir que la ansiedad va disminuyendo”.
Además, a nivel cognitivo tiene muchos beneficios, tanto para los jóvenes para aumentar la concentración y memoria, como en las personas mayores. “Hay un estudio en el que se comparan los ejercicios de cuadernillo con los de caminar y se ve que caminar tiene mayor efecto sobre el rendimiento cognitivo de las personas mayores que el hecho de estar haciendo un ejercicio en un cuadernillo”, comenta, por lo que su firme apuesta está basada en el hecho de salir a caminar para mejorar nuestra salud mental, más en estos tiempos complicados que nos ha traído la pandemia.
Es más, caminar, si es conversando, el beneficio se multiplica aún más porque la fluidez de esta conversación nos proporciona bienestar y cuando se producen algunos silencios no son tan molestos como cuando se dan en el cara a cara. “Es una forma de relacionarse también y si es al aire libre y con la luz solar tiene un efecto sobre la serotonina, el transmisor que nos hace sentirnos bien, de la tranquilidad y del bienestar y que necesita de la luz solar para poderse fabricar, además de la vitamina D que tiene efectos sobre la salud y sobre el estado de ánimo, la luminosidad tiene muchas ventajas”, justifica esta psicóloga. “No es lo mismo una cita para caminar o bicicleta en casa, los beneficios que conlleva hacerlo al aire libre son mucho mayores”, puntualiza.
Así pues estos beneficios también se traducen en otros aspectos, por ejemplo, cuando nos exponemos a los entornos amplios nos ayuda a mejorar la mirada, no estar siempre mirando de cerca, sino también mirar a la lejanía, perder la vista en el horizonte y si, además, toda esta situación se hace rodeado de naturaleza Blanca Torres justifica que es el “entorno ideal para realizar esta actividad física” y obtener el mejor bienestar. Para los jóvenes “a veces es más beneficioso ese rato caminando por entornos nuevos que estudiar media hora más”, aconseja.
Y es que, en este tiempo los estados de ánimo con ansiedad llega por la amenaza constante del miedo de contagiarte o poder contagiar a alguien, pero además es una respuesta natural que como seres humanos estamos produciendo, “lo que no sería natural es que estuviéramos felices en una situación así”, matiza Blanca Torres, por lo que esas formas de tener miedo o de tener unas reacciones concretas están plenamente justificadas.
Los ciudadanos de Puertollano intentan despejar su mente con estos paseos matutinos y vespertinos como la única opción que en los días de nivel 3 reforzado ha permitido y que durante toda esta pandemia está haciendo que salir a caminar sea una de las opciones más elegidas para poder despejarnos. Caminar es una de las opciones que menos temor a los contagios está propiciando y, por este motivo, está siendo la actividad física que más se elige para poder desconectar.
Un paseo al aire libre que despeje nuestra mente y además haga funcionar nuestro cuerpo con su actividad física, después ya habrá tiempo de permanecer durante horas y horas en casa. Es la vida en pandemia.