Juan Manuel del Barrio es el propietario de la tienda ‘Frutas del Barrio’, un establecimiento que lleva 35 años ofreciendo productos de alimentación de todo tipo, especialmente fruta, en la calle Edison de Puertollano. Su propietario ha asegurado que la clave para seguir manteniendo esta tienda es “ajustarnos mucho a los precios, comprar bien y marcar los márgenes muy reducidos”. Los principales “rivales” de estas tradicionales tiendas de barrio son los supermercados y grandes superficies, que en los últimos años han aumentado en ciudades como Puertollano. Para combatir esta competencia las tiendas como la de Juan Manuel intenta diferenciarse “llevando la compra a sus casas a las personas mayores sin coste adicional”, señala el propietario de ‘Frutas del Barrio’. Juan Manuel cuenta que “nuestra clientela son como familia o amigos” y destaca que “la mayoría son personas mayores, gracias a lo que podemos subsistir”, asegura este propietario.
Estos comercios siguen trabajando frente a las grandes superficies “ofreciendo buenas marcas, productos de calidad y precios adecuados”, apunta Juan Manuel. El propietario de esta tienda explica que además de tener buenos productos a buenos precios, “intentamos ser agradables y cercanos con nuestros clientes”. A pesar de seguir luchando y trabajando por seguir manteniendo vivas estas tiendas, Juan Manuel señala que “la clientela se ha reducido en los últimos años”. El propietario de ‘Frutas del Barrio’ puntualiza que “los clientes han quedado muy justos”. Además, ha explicado que “la gente joven parece tener miedo de venir a nuestras tiendas a hacer sus compras”.

El aumento generalizado de los precios en los últimos meses es algo que también ha afectado a estos pequeños establecimientos. “La subida de los precios ha hecho que algunos de nuestros clientes compre menos”, dice Juan Manuel. Este propietario ha asegurado que “en un futuro, si esto sigue así, quedará una tienda o ninguna en cada barrio”.
La tienda ‘Comestibles Juli’ es otro de los establecimientos de alimentación de barrio que aún siguen trabajando en Puertollano. Una tienda que lleva ofreciendo sus productos 50 años en la calle Calderón de la Barca y de la que Julia Ciudad es la dueña hace ya 13 años. Esta propietaria ha contado a Lanza que cada vez resulta más complicado hacer frente a las grandes superficies y ha señalado que “estas grandes tiendas están aplastando a las pequeñas”. Coincidiendo con el propietario de ‘Frutas del Barrio’, Julia Ciudad ha comentado que un punto diferenciador de estas tiendas es que “ofrecemos servicios a domicilio gratuitos a nuestro clientes”. Esta propietaria ha relatado que “buena parte de nuestros clientes fijos son mayores”, por ello “intentamos darles todas las facilidades posibles para que sigan viniendo”.

La propietaria de esta tienda de barrio ha contado que el secreto para mantener vivos estos establecimientos es “el trato personalizado y cercano que damos a nuestros clientes”. Julia Ciudad ha asegurado que “esto es posible ya que conocemos a todos nuestros clientes habituales”. De igual manera que decía Juan Manuel del Barrio, Julia asegura que “la clientela ha bajado”. Esto se debe, explica la propietaria, a que “las personas que compran en este tipo de tiendas son gente mayor y van muriendo”. Julia Ciudad apunta que “la gente joven va a las grandes superficies porque les resulta más fácil”. En este sentido, la propietaria de ‘Comestibles Juli’ señala que “las tiendas de barrio se acabarán cuando la gente mayor ya no esté”.
Julia Ciudad ha explicado que la subida de precios ha hecho que la gente “compre de forma diferente y menos cantidad”. Este aumento de precios ha hecho que “los clientes no puedan comprar como antes y miren hasta el último céntimo”, apunta esta propietaria. Julia ha señalado que “las tiendas de barrio y las grandes superficies nos hemos igualado en precios con esta subida”. La propietaria de ‘Comestibles Juli’ augura un “futuro complicado” para las tiendas de barrio, ya que según apunta Julia “aunque tengamos mejor calidad que las grandes superficies, no podemos competir con ellos en lo que a precios se refiere”.

‘Autoservicio Vigar’ es la tienda de barrio por excelencia de la barriada ‘Fraternidad’. Este establecimiento, situado en la calle Valdepeñas, lleva más de 40 años trabajando y ofreciendo sus productos a la sociedad de Puertollano. Julián García es el propietario, junto con su hermano, de este negocio. Este propietario ha señalado que el único secreto para seguir sobreviviendo es “trabajar todos los días y ofrecer calidad a nuestros clientes”.
Julián ha apuntado que es “un momento difícil para tiendas como la nuestra” y ha explicado que “el mayor problema no es la competencia de las grandes superficies, ya que ellos están en otra liga”. El propietario de ‘Autoservicio Vigar’ ha señalado que uno de los principales problemas que tienen hoy en día es que “nos resulta muy difícil encontrar gente que quiera trabajar aquí”. En este sentido, Julián García ha asegurado que “la gente que trabaja en nuestra tienda son los que nos dan la vida”, ya que estos negocios “dependen en gran parte de los trabajadores”, ha afirmado el comerciante.

“Dar un buen servicio y tratar bien a los clientes para que vuelvan”, esas son las claves para mantener viva una tienda de barrio, aseguran Julián y José Luis García, propietarios de ‘Autoservicio Vigar’. Julián ha puntualizado que desde esta tienda “intentamos ofrecer productos de calidad, que es por lo que la gente viene a estas tiendas”. Además, este propietario señala que “contar con primeras marcas es algo que también nos diferencia y que la gente busca”.

El propietario de esta tienda comenta que “la clientela no se ha reducido en los últimos tiempos”, pero, asegura, que “aún pudiendo tener más clientes que antes, los beneficios son menores que hace diez años”. Algo que Julián ha catalogado como “poco beneficioso” para estas tiendas de barrio. La subida generalizada de los precios en los últimos meses es algo que también se ha dejado notar en ‘Vigar’, Julián comenta que “la gente no compra como antes, ni en cantidad ni en productos”.
Julián García, uno de los propietarios de ‘Autoservicio Vigar’, finalizaba esta charla con Lanza apuntando un “mal futuro para el pequeño comercio”. El comerciante ha señalado que “si la situación continúa como ahora es imposible que estas tiendas perduren en el tiempo”.
A pesar de una complicada situación en el mercado, los barrios de Puertollano siguen contando en sus calles con pequeños comercios que siguen luchando, con sus propietarios al frente, para sobrevivir y mantener su actividad esperando que sea por muchos años más.