Tras unos años, en los que la anterior equipo de gobierno decide que Puertollano sea un pueblo contra el maltrato animal eliminando de las fiestas locales la celebración de festejos taurinos, desafortunadamente el PP llega retomando los “espectáculos” taurinos en nuestras fiestas, motivo por el que un grupo de vecinos se manifestarán el próximo día 26 de Mayo, en una concentración que tendrá lugar a las 20:00 horas entre la Plaza de Toros y la entrada al recinto ferial.
Los antitaurinos han manifestado que “la tauromaquia continúa resistiéndose aún ante la barbarie de la mal llamada fiesta nacional y los encierros, desgraciadamente subvencionados indebidamente por las administraciones públicas. El descenso en las cifras de festejos taurinos celebrados en los últimos años es una muestra irrefutable del rechazo creciente y mayoritario de la sociedad a la brutalidad de la tauromaquia, pues cada vez hay menos afluencia de público en las plazas de toros, y su celebración y fracaso en taquilla ha de ser asumidos en la mayoría de los casos por nuestros Ayuntamientos”, apuntan.
Así pues, para luchar y reivindicar los derechos de los animales se han visto en la obligación de volver a salir a la calle y manifestarse en su nombre, solicitando la abolición de estas tradicionales y bárbaras “fiestas” donde toros y vaquillas se ven inmersos en vergonzosos espectáculos de maltrato y muerte, “ante la aclamación de un reducido número de espectadores que apoyan esta desgraciada fiesta y que todos pagamos con nuestros impuestos. Apoyan la convocatoria “HUELLAS”, “Refugio de Burros Madroñal”, “Arañazos”, “La Barrena””. Por ello reivindican el fin de la tortura, la celebración de unas fiestas sin maltrato animal, en las que el ocio sea compatible con el respeto por los animales, además de nuestra protesta
de que este tipo de festejos esté subvencionado con dinero público. Por otra parte se ha abogado por la eliminación de toda ayuda con fondos públicos a espectáculos taurinos, así como la no aprobación de la bajada del IVA a espectáculos taurinos, que considera que “contrasta de manera flagrante con el IVA que actualmente grava los servicios veterinarios: curar animales cotiza al 21 %, maltratarlos al 10 %”
La tauromaquia se desploma de forma imparable, pese a los continuos apoyos por parte del Gobierno nacional y sobre todo la Junta de Andalucía y Castilla La Mancha, con subvenciones multimillonarias destinadas a mitigar las pérdidas y a cubrir las retransmisiones de corridas de toros en televisiones regionales.
No debemos obviar que las ganaderías de lidia viven en un 31,6% de la PAC (Programa Agrario Común). Además son numerosas las plazas de toros construidas o remodeladas con la aportación de los Fondos FEDER. El uso de estos fondos europeos para la tauromaquia supone una infracción del objetivo de la PAC. La PAC tiene como objetivo proporcionar alimentos de calidad a los europeos. Para ello, aporta fondos por vaca nodriza. Sin embargo, muchos de esos fondos van a vacas nodrizas que no proporcionan alimentos de calidad. Todo lo contrario, estas vacas producen animales que terminan en festejos taurinos. Esta carne de lidia no solo
está muy lejos de ser de calidad, sino que tiene un altísimo riesgo de contaminación bacteriana como consecuencia de las lesiones que los animales sufren durante las corridas de toros. El montante total obtenido ha sido de 442,5 millones de euros para algo más de 600 ganaderías de lidia. Considerando que el gasto salarial mensual de las ganaderías de lidia no llega a los 6.000 euros, podemos entender quiénes son los principales beneficiarios, siendo empresarios, familias e individuos que ya de por sí son clase muy pudiente. Ni crea empleo, ni crea prosperidad.
El número total de subvenciones públicas es muy difícil de averiguar por cuanto proceden de muchos ámbitos, tanto de forma directa como indirecta, mediante el pago de los servicios que rodean los festejos (veterinarios, médicos, infraestructura), reducción de costes administrativos, promoción en medios públicos, entradas gratuitas, cánones de plazas de toros reducidos o inexistentes. En la mayoría de los casos la información al respecto es opaca, a pesar de la insistencia de miles de ciudadanos y decenas de organizaciones que defienden el Derecho de los animales.