Llegaron hace poco más de un año a Puertollano, en silencio, sin hacer ruido, en un ejercicio de anonimato que pretendía no generar falsas expectativas sin antes tener un proyecto real que enseñarle al mundo. El preámbulo del desembarco de la empresa de desarrollo de motos eléctricas Rossvolt en la ciudad minera tenía tanto de sello manchego, que la aventura planteada sobre bocetos de cuaderno bien podría haber parecido la tercera parte del Quijote.
Pero pasa que las locuras que dependen del talento, del trabajo y de los grandes equipos, suelen salir adelante, demostrando que los mercados están dispuestos a cambiar cuando las ideas más locas empiezan a tomar forma y merecen la pena su apuesta.
El inicio de la marca empezó a fraguarse a través de los ingenieros que ahora componen el equipo, que después de escuchar la potencialidad del proyecto, eligieron la aventura por encima de la estabilidad alcanzada y la vida en Puertollano en lugar de las grandes ciudades de hormigón y edificios altos de oficinas.
Así arrancó Rossvolt, o lo que es igual, la odisea de crear la motocicleta eléctrica más avanzada del mercado, haciéndola íntegramente en Puertollano. Pieza a pieza, idea a idea, para en menos de dos años presentarse ante el mundo y decir: “Hemos llegado, recuerden mi nombre”.
Detrás de este gigante en pleno nacimiento hay talento joven que ya sabe lo que es trabajar en Silicon Valley, así como en multinacionales como Airbus o Torrot, pionera en España en el desarrollo de motocicletas eléctricas pensadas para la ciudad.
Ahora, un equipo con jóvenes ingenieros «made in» La Mancha, integran esta empresa que han construido desde las entrañas y que se asienta en el Polígono La Nava de la ciudad minera para construir la primera gran moto eléctrica pensada para disfrutarla en carretera.
Una plantilla de más de veinte personas que en su mayoría son ingenieros y que se han encargado de dar forma a la idea de marca, al proceso de marketing, al posicionamiento de mercado, a la estrategia de comunicación; y por supuesto, al diseño de la motocicleta que llega para revolucionar el mercado, con un común denominador. Todos los componentes se fabrican en Puertollano.
Las motos eléctricas han inundado las ciudades
Durante la última década, en las grandes ciudades, ha quedado patente que el uso de motocicletas eléctricas tienen un gran nicho de mercado. De hecho, las cifras hablan por sí solas. Para el año 2030 se espera que el mercado crezca un 22%, con una facturación cercana a los 718 mil millones de dólares, pero Rossvolt, va a ir un paso más allá de esos números y de ese target actual en el mundo de las motos eléctricas.
El objetivo ahora es ser disruptivos en el mercado, creando una motocicleta eléctrica que permita hacer largas rutas, disfrutar de ella en carretera, que pueda competir con las grandes motos de Ducati, Suzuki o Harley Davidson, por ejemplo. Además, en esa idea de revolucionar el mercado, la idea es convertirse en una marca diferenciadora, con la que el público se identifique.
La compañía no sólo quiere construir una moto, quiere generar una marca, que hagan que los individuos se identifiquen, sientan y sean parte del club Rossvolt.

En este primer paso, Rossvolt va a diseñar motos muy exclusivas, que podrán personalizarse, y que tienen la intención de situar a la compañía en el top of mind de los moteros más exigentes de todo el mundo.
De hecho, tal como ha podido confirmar Lanza, las primeras unidades que van a fabricar ya están vendidas y acabarán en destinos tan dispares como Arabia Saudí o India.
Pese a ello, dado que el proceso de producción abarca una gran línea tecnológica, para Rossvolt irán abriéndose nuevos mercados centrados en piezas concretas y en tecnología aplicable en otros sectores industriales, que serán parte de la línea de mercado que se abre para la compañía.
Confidencial hasta noviembre
En la zona de desarrollo del edificio, que Rossvolt mantiene bajo confidencialidad, se pueden ver varios prototipos sobre los que se han ido testando innovaciones que finalmente se han incorporado al proyecto final, que todavía es un secreto bien guardado.
El próximo mes de noviembre del 10 al 13, Milán albergará el EICMA, el congreso más importante del mundo de las dos ruedas y era ahí donde se iba a presentar en sociedad esta moto revolucionaria.
Sin embargo, la paralización en la recepción de piezas a consecuencia de la guerra en Ucrania y la necesidad de presentar un proyecto sin lagunas para los ojos más exigentes, retrasará un poco más su puesta de largo en sociedad. El próximo 2023, será el año para que el nombre de Rossvolt empiece a ser reconocible, sirviendo además para situar a Puertollano como epicentro del motociclismo eléctrico.
Prestaciones de infarto
La primera “megamoto” de Rossvolt va a contar con una aceleración de 0-100 en menos de tres segundos, pudiendo alcanzar los 235 km/h. El motor estará dotado con una potencia por encima de los 120 kW que se podrá recargar a través de una entrada CSS que permite que la batería pueda cargarse en tiempo récord.
Entre las innovaciones que incorpora se encuentra la posibilidad de configurar el sistema para cuatro tipos de conducción: Parking, Eco, Urban y Boost.
En definitiva, la primera moto Rossvolt, asegurará la mejor experiencia al usuario, que debe prepararse para el futuro, debe prepararse para esta bestia nacida en Puertollano para el mundo.