Ocho voluntarios de la Protectora de Animales Huellas siguen realizando su trabajo en el albergue canino de Puertollano, para ello cuentan con un documento de voluntariado activo porque se les ha facilitado sus nombres sus DNI a la Policía Local de la ciudad y a otros cuerpos de seguridad para que se les permita llegar en sus coches hasta el albergue canino en caso de ser parados por estos agentes.
La labor que realizan con estos animales, en estos momentos unos 280, no puede detenerse y por ello han organizado dos turnos de mañana y tarde para intentar coincidir lo menos posible entre ellos, además intentan ir en coches diferentes para no estar juntos. Son algunas de las medidas que ha adoptado esta protectora de animales para poder seguir atendiendo a sus perros y gatos.
Y es que, la Protectora de Animales Huellas de Puertollano sigue recibiendo entradas en el albergue canino y sin embargo las adopciones están todas paralizadas, por lo que piden mucha responsabilidad por parte de toda la población para que no abandonen a sus perros y evitar que este albergue colapse.

En estos dieciocho días de mes han entrado en el albergue canino 28 perros -entre ellos 8 podencos y 4 galgos-, desde la protectora se asegura que no saben muy bien si es porque también corresponde con el final de la época de caza o porque la población teme no poder atenderlos por el coronavirus.
La presidenta de la protectora, Karen Caws, explicaba que no pueden enviar perros en adopción, por lo que si siguen entrando será un grave problema de espacio. De hecho, este sábado tenían que salir hacia Holanda 18 perros en adopción y tampoco podrán hacerlo, además el pasado viernes regresó el transporte que lleva una mastina fuera de España, «no se pueden hacer las visitas pre-adopción y tampoco pueden salir a las adopciones nacionales, en adopciones estamos paralizados».
A todo ello se suma que las donaciones de productos en estos días no se pueden realizar ya que los ciudadanos tienen que permanecer en casa y aunque los miembros de Huellas van a comprar lejía al supermercado, en ocasiones hay pocas botellas porque la población también las necesita ahora más.