Es como una institución de las ferias de Puertollano. Es la mujer del juego de los patos, donde todos los puertollanenses han hecho parada alguna vez en su infancia y donde esta mujer, Paqui Izquierdo, ha estado presente en cada una de las ediciones de la Feria de Mayo y de Septiembre. Aunque ahora ya está jubilada sigue visitando el recinto ferial donde ha tomado el relevo su sobrina.
Paqui Izquierdo ya estaba en las citas feriales de Puertollano con ocho años cuando sus padres y abuelos -uno de ellos italiano- tenían la atracción de La Ola, después se hicieron cargo de un tren y un volador, posteriormente fue ella quien se hizo cargo del juego de los patos donde hacen parada los niños y niñas con el ánimo de pescar un buen premio. Lleva 65 años regentando este juego, «ayer me decía un señor, mira tres generaciones he traído ya a este juego de los patos», muchos la conocen de año tras año.
El juego también ha ido cambiando, primero fue uno redondo completamente, después pasamos a uno italiano para ir evolucionando un poquito, la esencia de este juego sigue siendo la misma pero reconoce que «van faltando niños, vienen también muchas parejas a sacar el peluchito para la novia y se van tan contentas ellas porque se acuerdan cuando eran pequeñas, se regalan un besito y se van felices», cuenta en sus historias de feria y lamenta que si llueve «el agua nos hace polvo, pero hay que adaptarse a lo que venga, aquí se lo ha quedado ahora mi sobrina».

En la zona de El Bosque comenzó a trabajar Paqui Izquierdo en las ferias de Puertollano, posteriormente pasó al recinto ferial actual de esta localidad. Ha pasado por múltiples localidades en sus ferias como Talavera de la Reina, Coslada o Segovia por citar solo algunas en las que su extensa vida de feriante le ha permitido ir de ciudad en ciudad, una vida que reconoce que le gusta, yo he nacido en la feria, hemos sido ocho hermanos y hemos estado todos en la feria, ahora continúan otras generaciones».
Otros familiares tienen el Tren de la Bruja, otro La Jungla, puestos de algodón, «comemos, vivimos y no hacemos mal a nadie pues que más queremos, es un trabajo como otro pero cuando otros se divierten nosotros trabajamos», justifica Paqui Izquierdo que sigue visitando la Feria de Mayo con el mismo aliciente que cuando tenía ocho años y llegó por primera vez a vivir las luces de un ferial y el olor de estos recintos, siempre al calor de la alegría y el cariño de los que van a divertirse.
