Las obras comenzaron este pasado lunes con el vallado de todo el perímetro afectado y sigue ahora con la eliminación de la zona de aparcamientos de los números impares con «el objetivo de facilitar el tráfico a través de dos carriles de bajada desde la Virgen de Gracia». Todo ello para «minimizar el impacto de mejora de la calle Ancha cuyo inicio está previsto para septiembre», como han señalado desde el consistorio en nota de prensa.
En este sentido, empresa constructora y Policía Local lleva a cabo estos días actuaciones y colocación de señalización vertical para que vecinos y conductores «tengan conocimiento de esta circunstancia y se abstengan de aparcar o procedan a retirar sus vehículos en el caso de que los tengan aparcado en ese tramo».
Durante la ejecución de la obra, que tiene prevista una duración de diez meses, se producirán «las lógicas molestias tanto a peatones como automovilistas, por lo que se ruega paciencia y comprensión y utilizar transporte público o buscar itinerarios alternativos siempre que sea posible».
Para cualquier duda, los ciudadanos pueden hacer su consulta llamando al teléfono 092 de la Policía Local.
Un nuevo modelo
La remodelación del Paseo del Bosque trata de «adaptar este emblemático lugar a un nuevo modelo de ciudad más europeo, repercutiendo en la ordenación del conjunto de la ciudad y sus conexiones, con seguridad para crear una nueva forma de moverse por el centro más limpia y que favorece caminar y el tránsito peatonal».
Este espacio ampliará la zona de paseo absorbiendo la calzada de los impares y eliminando el carácter de glorieta, y delimitando el tránsito de vehículos a motor sólo a transporte público, urgencias y residentes.
El final de la remodelación coincidirá con el fin de otra actuación urbana de mejoras en el entorno urbano y el medio ambiente de la Calle Ancha, que los equipos de obra tendrán en cuenta «para generar las menos molestias posibles, pero también para cerrar las obras con un espacio generoso y seguro junto a la Ermita de la Virgen de Gracia».
El gran calado de estos proyectos «generaran molestias al vecindario de las zonas afectadas»; también las lógicas dificultades en «el tránsito y tráfico rodado, que se subsanarán de una manera coordinada entre dirección de obra y responsables de seguridad», teniendo muy en cuenta el discurrir de las obras y se difundirá en todo momento a la ciudadanía de posibles desvíos o actuaciones que interrumpan la actividad diaria.