Adentrarse en el Puertollano marino de hace cuatrocientos millones de años ya es posible gracias a las investigaciones que se están realizando a través de los geólogos del comité científico del Geoparque, Saturnino Lorenzo, Pedro Rincón y José Luis Gallardo por la búsqueda de elementos fósiles que hagan posible presenciar la huella que dejó el mar en esta zona, no solo en las capas más bajas de la ciudad de Puertollano, sino también en los cerros que abrazan la ciudad: el cerro de Santa Ana y el cerro de San Sebastián.
Tanto es así que son muchas las personas que ya se han animado a participar en algunas de las rutas organizadas, y cuyo promotor pionero fue Ángel García Cáceres, que mostró a todos los interesados aquellas huellas de hace millones de años que ponían de manifiesto los elementos vegetales y animales que habitaban estos cerros mucho tiempo atrás bajo las aguas.
Así, la geología se va abriendo paso en la ciudad de Puertollano, no solo a través del Carbonífero y de su famoso y gran ripples que se ha descubierto en la antigua mina La Extranjera, sino también a través de otros recursos geológicos que tienen mucho valor patrimonial desde este punto de vista.

El valor desconocido de estas rocas, en las que ha quedado el sello de los fósiles, hace que desde hace unos años se intente fomentar y divulgar dicho valor, siempre bajo la premisa y el sumo interés de seguir preservando las mismas para que se encuentren en el mismo buen estado que lo hacen en la actualidad y así poder seguir adelante en los recursos que se están poniendo sobre la mesa para que el Geoparque, del que forma parte la ciudad de Puertollano, pueda seguir contando con otros potenciales y atractivos turísticos que visitar. Puertollano quiere seguir sumándose a esta iniciativa.
Desde la barriada El Carmen, a través del camino de los mineros, los visitantes se adentran en el Cerro de San Sebastián donde habitaron antiguos organismos vivos en una extensa plataforma marina que han dejado su contenido y su huella en las rocas – conglomerados, areniscas, cuarcitas y pizarras-, concretamente en este caso se trata de icnofósiles, es el resto de la actividad de los seres vivos en los sedimentos en los que vivían y que se han conservado en las rocas. Así, estas huellas pueden ser señales de su desplazamiento como pisadas, rastros, de habitáculo a otras más especiales como los gastrolitos o coprolitos, explica el profesor José Luis Gallardo, profesor de la UCLM. En el Cerro de San Sebastián sobre todo predominan los Daedalus Desglandi que resultan “espectaculares” y forman estructuras peculiares con morfologías cónicas, así como el rastro de otras huellas fósiles de los que no se conoce el organismo que lo generó.

Además, en el cerro de Santa Ana la riqueza geológica de la zona se centra sobre todo en las Cruzianas, son los rastros de los trilobites en su desplazamiento, que también suponen un gran atractivo por la importancia que están adquiriendo los mismos en estas zonas. Sin embargo, también existen otros afloramientos que se encuentran bien conservadas y para las que hay que tener la precaución de no dar a conocer su ubicación en demasía dado que en la actualidad no cuentan con protección alguna y hay que preservar las mismas.

Para ello, José Luis Gallardo habla de hacer un inventario en un corto plazo de tiempo para tener una relación de cada uno de estos hallazgos fósiles en los cerros de Santa Ana y San Sebastián de Puertollano, que llegan desde un lado y otro a la ciudad de Puertollano. “Son puntos con relevancia y de alto valor, hay que hacer estudios de investigadores”, no solo en Puertollano sino también en localidades como Porzuna o Fontanarejo y solicitar al Instituto Geológico Minero de España (IGME) que los incluya dentro de su protección.

Se trata, así pues, de importantes yacimientos fósiles que puede ser atractivos dentro del Geoparque, no solo por los volcanes de la zona sino también por estos hallazgos geológicos que provienen de hace millones de años y que ahora alcanza un reconocimiento, no solo por los investigadores y entendidos en la materia, sino también entre la propia sociedad como un potencial turístico en un futuro.