Agustín Chamero es uno de los voluntarios que participa en la feria Playgame. “Esperamos que el público joven y más mayor venga aquí a disfrutar para jugar a juegos que en sus épocas tenían y que los niños se encuentren también con juegos en los que cuando se crearon ni siquiera ellos habían nacido”, explica este voluntario que se encuentra en la zona retro de La Central.
Exhibiciones, torneos, partidas de diferentes juegos que se han recuperado y que son del agrado de los jugadores que pasan por este stand. “Normalmente te preguntan donde están los juegos actuales o te preguntan si habían nacido cuando salió ese juego”, explica en tono jocoso, aunque afirma que una vez que lo prueban enseguida les pillan “el truco”.
Asegura que viene de voluntaria a esta feria porque es un gran amante de este sector y le parece una buena iniciativa del Ayuntamiento de Puertollano, “conoces a mucha gente, hay también juegos educativos y otros juegos locales que también es interesante conocer, es un buen punto de unión”, esgrime.
Chamero pertenece a Gamuza y es un habitual de esta feria de Playgame, “estoy aquí como pez en el agua”. Es el responsable de 14 consolas de tipo retro y asegura que las que más demanda tienen son las máquinas grandes porque les llama mucho la atención como no habían visto antes estos armarios grandes en los que están incluidos los videojuegos.