La falcata, el arma más representativa del pueblo Ibérico que habitó la península antes de la llegada de fenicios y romanos, tiene uno de sus mejores exponentes en Castilla-La Mancha en el Museo de Ciudad Real. Desde abril sus vitrinas muestran la que según se ha podido constatar es la única pieza de estas características documentada en la provincia de Ciudad Real.
La espada de hierro, descubierta en 2012 en los trabajos del colector para ampliar la depuradora de Ciudad Real, forma parte de un ajuar funerario de la necrópolis ibérico-oretana del yacimiento de Alarcos. Se trata de una pieza excepcional por su diseño, en el que destaca la empuñadura rematada en una cabeza de felino, nielada (labor en hueco sobre metales preciosos, rellena con un esmalte negro hecho de plata y plomo fundidos con azufre), en ambas caras de la hoja y en el puño.
El director del museo Ignacio de la Torre y la restauradora Isabel Angulo han publicado recientemente el artículo en el que cuentan los detalles de la compleja y delicada restauración que ha permitido preservar y dar a conocer al público tanto la espada, como el resto de ajuar funerario del enterramiento de su propietario, posiblemente un joven ‘príncipe’.
El arma ibérica más representativa
“La falcata es el arma ibérica más representativa, siendo común su aparición en ajuares funerarios del Sureste peninsular y Alta Andalucía. Tradicionalmente, su presencia en las sepulturas ha servido para reconocer el estatus social de la persona enterrada. Aunque se conocen más ejemplares de falcatas con decoración damasquinada en otros ámbitos peninsulares , la de Alarcos es el primer y único ejemplar documentado en la provincia de Ciudad Real, de ahí su excepcionalidad”, explican los coautores del artículo que se puede leer íntegramente en el portal de cultura de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, bajo el título ‘Cómo recuperó su esplendor la magnífica falcata ibérica de Alarcos (Ciudad Real)’
El hallazgo es del año 2012, en la necrópolis de incineración de época ibérica situada en la llanura de inundación del río Guadiana en el yacimiento de Alarcos.
Un joven de no más de 20-30 años
Entre los diferentes enterramientos identificados esa intervención destacaba un túmulo de mampostería, de forma cuadrangular con las esquinas redondeadas, en cuyo interior se pudieron recuperar los restos óseos cremados de un varón, de unos 20-30 años de edad.
El joven apareció junto con un rico ajuar compuesto por una fíbula de La Tène I y una hebilla de cinturón de bronce, dos puntas de lanza y una manija de escudo de hierro, 453 astrágalos (huesos) de ovicápridos quemados y una falcata. La espada apareció partida en dos fragmentos y en muy mal estado de conservación, debido a los procesos de corrosión del hierro que habían actuado sobre la pieza a lo largo de los más de dos mil años que llevaba enterrada.
Gran riqueza decorativa
Los trabajos iniciales en 2013 permitieron descubrir la gran riqueza decorativa que presentaba tanto la hoja como la empuñadura, realizada a base de damasquino de hilo de plata. Dada su relevancia, tanto la falcata como el resto de objetos procedentes de esta sepultura pasaron a formar parte de la exposición permanente del Museo de Ciudad Real.
Peo poco tiempo después los técnicos del museo detectaron un deterioro extremo en poco tiempo, o lo que los investigadores llaman “una serie de alteraciones provocadas por la existencia de focos de corrosión activos que afectaban gravemente a su estado de conservación”, que motivaron la intervención.
Estudios diagnósticos
De la Torre y Ángulo explican que “los trabajos de restauración comenzaron con la realización de un estudio diagnóstico que permitiese valorar el estado de conservación inicial que presentaba la pieza. Para tal fin, se han llevado a cabo una serie de estudios preliminares que han determinado la composición del material metálico, los tipos de alteraciones y corrosión, así como los productos empleados en tratamientos anteriores”.
Muy frágil
Dado el estado de fragilidad que presentaba la espada, y con el objetivo de poder determinar el tratamiento más adecuado para su intervención se hizo una toma de micromuestras de las alteraciones para su posterior análisis y estudio.
Los resultados obtenidos han determinado que los productos de corrosión activa estaban compuestos principalmente por la presencia de cloruros, oxihidroxidos y, en menor medida, sulfatos de hierro. Por otro lado, se ha podido identificar los materiales empleados en su restauración anterior, que corresponden a un polímero acrílico y a una cera microcristalina. También se ha podido determinar que la plata empleada en la decoración presenta una gran pureza, por lo tanto, es maleable y favorece su manejabilidad para la realización del damasquinado ornamental.
Trabajos de restauración
Tras los estudios y la documentación inicial este año se ha procedido al trabajo de restauración de la pieza que desde abril se puede admirar de nuevo en las vitrinas del museo. Todos los detalles del proceso están en el siguiente enlace del portal de cultura de la Junta: https://cultura.castillalamancha.es/culturaenredclm/como-recupero-su-esplendor-la-magnifica-falcata-iberica-de-alarcos-ciudad-real.