A.R.M., de 42 años y vecino de Puertollano, se enfrenta a una grave acusación de pedofilia por intentar supuestamente abusar del bebé de nueve meses de unos amigos, en su casa en febrero de 2021. Él lo niega, asegura que no pasó, pero la persona que supuestamente lo vio, la hija de 27 años de su compañera sentimental, ha ratificado este jueves ante la Audiencia Provincial de Ciudad Real que lo que denunció es cierto.
La joven ha declarado en un juicio a puerta cerrada contra su padrastro, que sigue conviviendo con su madre, que el 14 de febrero de 2021 invitaron a comer a un matrimonio amigo, con sus dos hijos de dos años y nueve meses, al domicilio en el que convivían su madre, el acusado, ella misma, y su novio. Comieron, se echaron la siesta, y después los adultos salieron al patio de la casa a fumar, todos menos el acusado que se quedó en el salón, en el mismo espacio que el bebé de nueve meses.
Sorprendió al acusado con el bebé gritó
Sobre las cinco de la tarde la hijastra entró otra vez en la casa para ir al baño y supuestamente vio a A.R.M. en la cocina, con los pantalones bajados, intentando introducir el pene en la boca del bebé. En ese momento cogió en brazos al niño, que estaba en la encimera de la cocina, se puso a gritar e inmediatamente entró todo el grupo.
“Lo que dice es irreal”
Los padres de la criatura denunciaron esa misma tarde el caso y la joven se enfrentó a su madre y a su padrastro por estos hechos, que el acusado niega con rotundidad. “Lo que dice es irreal, no hubo tiempo material para que pasara lo que dice que vio”, asegura el abogado defensor José Manuel Morales, que considera la denuncia una invención de la joven y su anterior pareja para alejar al acusado de su madre.
La testigo tiene problemas de visión
“Ha incurrido en muchas contradicciones durante su declaración, creemos que todo es un complot de ella y su expareja para apartar a mi representado de sus vidas”, ha explicado a Lanzadigital.com el abogado defensor. Además asegura que esta joven tiene problemas de visión a raíz de un accidente que sufrió en 2017 y en las cuestiones previas al juicio ha planteado que la testigo de cargo y los denunciantes, los padres del bebé, “han preparado el juicio juntos”.
“Ella no gana nada denunciando”
La acusación particular afirma lo contrario, que la joven ha ratificado punto por punto lo que declaró durante la instrucción y que en nada le beneficia denunciar una cosa así. “De lunes a viernes, cuando su padrastro trabaja en Madrid, sigue viviendo con su madre porque no tiene otro sitio donde ir, ella no gana nada denunciando esto, al contrario”, cuenta Jesús Barroso, el abogado de los padres.
Barroso reclama una condena de doce años de cárcel por un delito de abuso sexual “especialmente execrable”; mientras que la fiscalía solicita siete años de prisión por intento de abuso sexual. La pena lleva aparejada medida de alejamiento del bebé, libertad vigilada (cuatro años) prohibición de ejercer trabajos que impliquen contacto con menores por once años y abono de las costas.
A la acusación no le han convencido las explicaciones del acusado durante el juicio, “ha dicho que cogió al niño para ponerlo en un tacatá que había en la cocina”.
Ni la madre de la denunciante ni el resto de adultos vieron nada. Cuando llegaron a la cocina la joven estaba gritando muy alterada y tenía al niño en sus brazos. En cuanto a los problemas de visión esta parte dice que “a día de hoy no existen”.
“Un grado de perversión extraordinario”
Aunque el menor no sufrió ningún daño -lo examinaron en el hospital-, el abogado de los padres ha pedido una condena ejemplar, “los hechos tienen un grado de perversión extraordinario que repugna a la sociedad y al derecho, por lo que han de generar un reproche penal proporcional a su gravedad, imponiendo la pena más severa que permita. Es un atentado contra la indemnidad de un ser muy vulnerable y digno de la máxima protección”, ha remarcado Barroso en su alegato final.
El caso, incluido en los servicios mínimos pese a la huelga de letrados de la administración de justicia, ha quedado visto para sentencia este jueves en la sección segunda de la Audiencia de Ciudad Real.