El socialista alcazareño y diputado nacional del PSOE, Gonzalo Redondo, ha intervenido como portavoz adjunto de economía en la Red Parlamentaria Global (GPN) de la OCDE en la sesión centrada en el clima, dentro de la reunión que este organismo celebra entre el 5 y 7 de febrero en París.
Redondo ha defendido la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible como “compromiso por conseguir sociedades más justas, equitativas, sostenibles e igualitarias. Algo que no quiere la ultraderecha, por eso los ataca”. Al mismo tiempo puso en valor la oportunidad que brinda la OCDE con esta reunión para poner en común la visión de los diferentes países y “encontrar una respuesta común a los desafíos que se nos plantean y a la guerra comercial iniciada por Trump”.
Redondo ha participado como portavoz adjunto de economía de la GPN en la sesión centrada en el clima y el desarrollo sostenible, presidida por la Secretaria General Adjunta de la OCDE, Mary Beth Goodman.
Concretamente en la consulta sobre la Estrategia de la OCDE para el Desarrollo, con el objetivo de incorporar las perspectivas de los legisladores para diseñar planes de acción que apoyen un crecimiento fuerte, sostenible e inclusivo de los diferentes países; así como mejorar la calidad de vida de las personas, creando mejores oportunidades, en cooperación con los mercados emergentes y las economías en desarrollo.
El Diputado Nacional socialista ha recordado que se cumplen diez años desde el compromiso global con los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible, que persiguen la erradicación de la pobreza, la reducción de las desigualdades, combatir el cambio climático y la degradación medioambiental, trabajar por la prosperidad de todos los territorios, por la paz y la justicia, asegurando el acceso en igualdad de la ciudadanía global a los derechos básicos.
Unos objetivos que ha defendido, “aun cuando vivimos en un contexto global que no anima a su consecución”. Un contexto, ha dicho, marcado en los últimos años por conflictos bélicos como la guerra de Ucrania o el ataque de Gaza, entre otros. Conflictos que han acrecentado la pobreza y las desigualdades y a los que hay que sumar las catástrofes naturales que se están produciendo por el aumento de las temperaturas y el calentamiento global.
A pesar de estos condicionantes, Redondo ha puesto en valor el trabajo realizado desde el Gobierno de España “en su firme y clara apuesta por el desarrollo de la agenda 2030”. Un trabajo que, en estos momentos, sitúan a nuestro país en la 14ª posición de los 167 países comprometido con los ODS.
“España cumple en su totalidad el objetivo de la igualdad de género y hemos avanzado mucho en cuanto a la salud y el bienestar de la ciudadanía, conseguir el fin de la pobreza y la producción de una energía asequible y no contaminante. Frente a la economía de las desigualdades hemos apostado por la economía del bien común y frente a los desequilibrios económicos, estamos luchando por la justicia social y la redistribución de la riqueza”.
En cuanto a las medidas propuestas a la OCDE, Redondo ha planteado cuestiones como continuar con una formación especializada para los legisladores en áreas clave como la economía verde, la transición energética, la inclusión social y la gobernanza ambiental; el desarrollo de herramientas de evaluación y seguimiento del impacto de las políticas públicas enfocadas al desarrollo sostenible o ayudar a los diferentes gobiernos a crear un entorno favorable para la inversión sostenible, entre otras.
“La ultraderecha intenta demostrar que los ODS son incompatibles con el bienestar”.
La intervención de Redondo ha concluido con una reflexión sobre el momento actual que vivimos, “en el que el negacionismo, los bulos y la estrategia de la ultraderecha” están afectando la visión positiva sobre la Agenda 2030 y tratando de dificultar la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
“Los discursos negacionistas del cambio climático, la negación de la violencia de género, los ataques y bulos contra el Estado, son el intento de la ultraderecha por acabar con la Agenda 2030.
Pero la ultraderecha no ataca los ODS, ataca lo que representan, el compromiso por conseguir unas sociedades más justas e igualitarias. La Agenda 2030 es una herramienta fundamental para el progreso global. Nos jugamos nuestro futuro económico, demográfico y ético.
Por eso debemos encontrar una respuesta común a los desafíos que se nos plantean y a la guerra comercial iniciada por Trump. Podemos optar por un mundo más próspero, abierto al cambio y más justo; o por un mundo envejecido, cerrado y con desigualdades”.