No en vano este año tendría que haber sido el de la celebración de un gran número de ferias dedicadas al mundo del vino, entre ellas Fenavin, un evento que, desde la organización -la Diputación Provincial de Ciudad Real- y contando con el visto bueno de todos los sectores implicados (DO’s, cooperativas agroalimentarias, bodegas y cooperativas, Fecir y Cámara de Comercio) han decidido posponer su celebración para mayo de 2022.
Pero la Feria Nacional del Vino, que tiene una antigüedad de 20 años y 10 ediciones de carácter bienal, no ha sido el único evento monográfico que ha visto trastocado sus fechas. También ProWein, la feria Internacional de vinos y bebidas espirituosas, que tiene lugar en la ciudad alemanda de Düsseldorf, recientemente ha decidido cancelar la edición de 2021 y retrasar su celebración.
Por su parte, la feria Barcelona Wine Week, que en 2020 realizó su primera edición en la ciudad Condal, este año, según la intención que tienen desde Fira de Barcelona, es que vuelva a integrarse como una sección dedicada al mundo del vino en el salón Alimentaria, cuya celebración está prevista entre el 17 y 20 de mayo de 2021, si las condiciones sanitarias lo permiten.
Algo parecido sucede con Vinitaly, prevista entre el 20 y 23 de junio de 2021 en Verona, la London Wine Fair, programada entre el 17 y 19 de mayo de 2021 y el Salón de Gourmets, prevista para que se celebre entre el 21 y el 24 de junio de 2021, que si bien no es una feria exclusiva del vino, si otorga un gran protagonismo al néctar de Baco.
Aunque la idea inicial de muchos de estos salones (salvo los casos ya comentados de Fenavin y Prowein) es que se puedan celebrar a lo largo de este año, todo va a depender de cómo se siga desarrollando el coronavirus.
El responsable institucional de Fenavin, Gonzalo Redondo, explica cómo las ferias y los calendarios “se van a ajustar en función a cómo evolucione la pandemia. Y este ejercicio 2021 muchas ferias van a coincidir en fechas. Lo que nosotros tenemos que hacer es seguir trabajando como lo venimos haciendo, mirando de reojo lo que hace el resto, porque lógicamente no podemos permanecer aislados de lo que afecta al conjunto de grandes ferias a nivel mundial, pero nuestra estrategia a lo largo de estos 20 años ha sido la de trabajar por y para el vino de España, y, fundamentalmente, trabajar por y para las bodegas y cooperativas de nuestra provincia y de Castilla-La Mancha”.
Por este motivo considera que la decisión adoptada hace unos meses por el presidente de la Diputación provincial de Ciudad Real, José Manuel Caballero, de posponer la feria un año, contando con el consenso y el visto bueno de todos los sectores implicados “con el paso del tiempo se ha visto que era la acertada”.
Redondo explica que desde la organización de la Feria Nacional del Vino “se incidió en retrasarla un año porque entendíamos que iba a ser muy complicado poder celebrarla durante 2021, porque éramos conscientes de que en el supuesto de que surgiese una vacuna el proceso de inmunidad global de la población se iba a adquirir con el paso del tiempo. Asimismo, también conocíamos que el estado de alarma en España termina el 9 de mayo, que sería la fecha en la que se debería inaugura Fenavin».
Por lo tanto, «lo que decidimos finalmente fue empezar a trabajar en 2021 pero de cara a celebrar Fenavin 2022 y 2023”. De hecho, el responsable institucional de Fenavin recuerda que el pasado 1 de febrero se publicó, en el perfil del contratista de la Diputación de Ciudad Real, la licitación del Pliego de Cláusulas Administrativas Particulares que regirán la contratación, por procedimiento abierto, del Servicio de Asistencia Técnica a la Realización de Actividades y Gestión de la Feria Nacional del Vino para sus ediciones de 2022 y de 2023.
Por este motivo considera que “nuestro gran éxito radica en que mientras el resto de ferias aún no saben si van a poder celebrar su edición de 2021, nosotros ya estamos trabajando para la edición que se celebrará del 10 al 12 de mayo de 2022. Por tanto, una de las principales bazas con las que cuenta Fenavin es la capacidad de trabajo en el tiempo y la de ser claros con nuestros clientes, que por un lado son los compradores internacionales y, por el otro, los expositores, las bodegas, y las cooperativas que ya saben a lo que atenerse, pues son conocedores de que en mayo de 2022 habrá feria, a la vez que son conscientes de que en los próximos meses, una vez que concluya el expediente de licitación de asistencia técnica de la feria, podrán ponerse en contacto con Fenavin para iniciar sus inscripciones”.

Como consecuencia de la pandemia, esta ha sido la primera que vez se licitan dos ferias en un mismo pliego. Esta situación también ha provocado el que la edición de Fenavin 2022 se celebre en un año par, algo insólito, ya que desde su inauguración siempre había tenido lugar en año impar.
En opinión de Gonzalo Redondo, a pesar de que la Diputación de Ciudad Real es una administración pública, y “no una empresa que se dedique a organizar exclusivamente ferias, hemos conseguido que Fenavin, con la promoción del vino, se convierta en un buque insignia de la Diputación provincial”.
Principales bazas de Fenavin
Dos de las grandes ventajas que presenta Fenavin de cara a la edición de 2022 son, a juicio de Gonzalo Redondo «la anticipación en cuanto a la organización para que la feria sea un éxito, pues ya estamos trabajando en ello desde el año 2020, y la mejora de los edificios que van a albergar la feria, es decir en el Pabellón Ferial de Ciudad Real. En este último punto conviene recordar que la Diputación provincial ha realizado una potente inversión. De hecho, está a punto de culminar las obras de ampliación y reforma de la fase 1 y fase 2 del Pabellón Ferial de Ciudad Real. Y, a su vez, el presidente José Manuel Caballero ha puesto en marcha las medidas oportunas para licitar en las próximas semanas la tercera fase de la ampliación del Pabellón Ferial, con el ánimo, con la intención y con el deseo de que una gran superficie del espacio expositivo sea en pabellones de obra, siendo menor el espacio que se destine a las carpas».
Una feria para hacer negocio
En las últimas ediciones «Fenavin ha tenido una fidelidad superior al 90% de las empresas, bodegas, cooperativas y compradores de vino, los cuales han manifestado que quieren seguir viniendo en los años posteriores. De hecho en todas las ediciones de Fenavin, al menos desde la del año 2015 en la que José Manuel Caballero empezó a tener la responsabilidad de presidir la Diputación provincial y la Feria Nacional del Vino, siempre se han quedado fuera bodegas y cooperativas que no han tenido cabida, porque nunca hemos querido sobredimensionar la oferta y la demanda en Fenavin, ya que pensamos que cuando una de las dos se sobredimensione con respecto a la otra, lo único que estaremos posibilitando es que el porcentaje de compradores y de vendedores que hacen negocio en la feria se reduzca. Y es que la gran virtud de Fenavin es el gran volumen de negocio que se genera».
Gonzalo Redondo también destaca que Fenavin es una feria donde se hace negocio y que se ha ganado por derecho propio el ser considerada como la feria de referencia de España dentro de su sector. Y es que «si algún comprador de España o de fuera de España quiere ver y estar en contacto con el conjunto del sector del vino a nivel nacional sabe que la feria de referencia es Fenavin. Por tanto, lo que tenemos que hacer es trabajar por mejorar la infraestructura y los canales de comunicación de la propia feria para mantener esta situación a lo largo del tiempo».
Cifras
La pasada edición de Fenavin cerrú sus puertas con 495.180 contactos comerciales, un 20,47 % más que en la celebrada en 2017, y una estimación de movimiento económico que oscila entre los 47 y los 54 millones de euros.
Por la décima edición pasaron un total de 18.340 compradores, de los que 4.225 son internacionales procedentes de 104 países, entre ellos, Costa de Marfil, Guatemala, India, Kazajistán, Kirguistán, Madagascar, Montenegro, Sri Lanka, Togo y Uzbekistán.