A Miguel Ángel Villa, alcalde de Retuerta del Bullaque -900 habitantes, sumados los de la pedanía de Pueblo Nuevo del Bullaque- la llamada de lanzadigital.com le pilla ayudando a descargar un camión con garrafas de cloro para la limpieza del pueblo.
Villa, el alguacil del pueblo y los dos contratados del plan de empleo están para todo en estos días de crisis sanitaria del coronavirus. Colaboran también en el reparto de la compra para la gente mayor que la necesita, les llevan medicamentos., etc.
No son muchos, dice, pero el Ayuntamiento repartió por los domicilios dos teléfonos a los que pueden llamar cuando requieran de algo que les haga falta.
La población, señala, vive con responsabilidad el confinamiento, aunque, al principio del estado de alarma, recuerda, “los jóvenes se la saltaban”, situación que se ha ido corrigiendo y a la que trató de hacer frente con dos escritos repartidos por el pueblo.
Por la mañana, con el consultorio médico, tiendas de alimentación, farmacias, bancos, abiertos, la actividad es mayor, pero “por la tarde –explica gráficamente- el pueblo está muerto”.
Una actividad que, en todo caso, no puede parar en un pueblo eminentemente ganadero, unas de las actividades consideradas esenciales, y que precisa de la atención a los animales por parte de sus dueños.
Limpieza y protección
La limpieza se realiza cada dos días, repaso que se hace por las calles del pueblo y de la pedanía y que también llega a las lugares abiertos de más concurrencia con frecuencia.
Para proteger a la población, Villa señala que se ha adquirido el material necesario para fabricar mascarillas en el propio pueblo, mascarillas con las que se ha abastecido a toda la población siguiéndose con la producción para que haya elementos de protección de reserva.
La principal preocupación
Por ahora, entre pueblo y pedanía no ha habido ningún caso de coronavirus, solo dos “importantes”, uno en una mujer de vino de Barcelona y ahora está ingresada en el Hospital de Ciudad Real y el propietario de una de las numerosas fincas que hay en la zona.
Una persona que ha mantenido contacto con alguno de estos casos está en cuarentena, pero el alcalde espera “que la cosa no vaya a más”.
Este es el gran riesgo que cree que se corre en la zona, que pueda venir gente de Madrid o de otras zonas donde el virus está muy expandido y puede llegar a situarse en el pueblo. Pone el ejemplo del cercano Horcajo de los Montes, donde la situación es más complicada.
El único entierro en el pueblo por un fallecido por coronavirus fue el de una mujer de avanzada edad que vivía en un pueblo de Toledo. Por ahora, recuerda el alcalde, en la residencia de mayores del pueblo no se ha dado ningún caso.