Este espacio, actualmente, se encuentra regulado por un PRUG que entró en vigor hace 30 años y no responde a las necesidades que se han ido desarrollando hasta el día de hoy.
La Fundación Savia. que estuvo inmersa en la revisión, tuvo especial atención en la actualización de la regulación de la actividad económica, social, educativa, recreativa, cultural y patrimonial de las Lagunas de Ruidera, liderando y coordinando el necesario proceso participativo e implicando a los diversos agentes sociales.
“Nunca como hasta entonces se había movilizado tanto a la población. Nunca como hasta entonces se habían mantenido reuniones tan abiertas, tan participativas, tan comprometidas. Nunca como hasta entonces se habían formulado propuestas tan maduras y elaboradas como quedó de manifiesto en los documentos resultantes del proceso participativo”, afirma Francisco Casero, Presidente de la Fundación Savia.
A día de hoy, transcurridos dos años del proceso participativo, sigue sin hacerse frente a la implantación de esta revisión, que a juicio de la Fundación Savia el tiempo parece hacerse detenido porque todo sigue igual o, incluso, peor que antes.
El momento de mayor tensión para el Parque Natural se encuentra durante la época estival debido a la afluencia de turistas, por lo que resultaría importantísimo que se hayan adoptado las medidas para dar solución a los problemas que se ocasionan con la saturación de visitantes y aspectos básicos de conservación del espacio natural.
Francisco Casero añade, “es un tema que nos preocupa especialmente. No alcanzamos a explicarnos las causas de este silencio y esta aparente falta de preocupación por un asunto de tanta relevancia. Esta situación resulta dañina para todos, para Las Lagunas, para su gente y para las futuras generaciones”.