La Asociación Venta de Borondo y Patrimonio Manchego ha recibido este sábado “un chute de optimismo” gracias a las ochenta personas que han participado este sábado en la II Ruta Cervantina, organizada con motivo del cercano del Día del Libro. “Cuando ves que el mensaje llega a más gente, que vienen de otros pueblos como Bolaños, Manzanares, Herencia, Ciudad Real, Membrilla o Puertollano con los amigos de la Venta de la Inés, te animas a seguir trabajando en esta carrera de fondo”, ha comentado el presidente de la asociación, David Cejudo.
La meta no es otra que garantizar primero la supervivencia y, posteriormente, el aprovechamiento cultural y económico de la única venta manchega que conserva las características que Cervantes describió en aquel memorable episodio donde El Quijote fue armado caballero.
Esa singularidad y la repercusión que su conservación (en riesgo por el deterioro de su estructura y sobre todo de su singular torre) tendría “para la comarca y para toda la región” ha quedado de manifiesto durante toda la mañana. De ello, se han encargado los miembros de la asociación durante la ruta guiada por este Bien de Interés Cultural y por la natulareza del entorno en una caminata de casi dos horas, bajo un cielo nublado que hacía más agradable el paseo.
Ha habido tiempo para observar la Venta de Borondo de cerca y de lejos, para subir al monte cercano y pisar el terreno donde nació el Olivo Milenario colocado en la Plaza de España, e incluso para pasar a una escondida cueva con varios siglos de historia.
Participa la asociación de amigos de la Venta de la Inés
El momento literario llegó en el interior de la venta con la lectura del segundo capítulo de El Quijote. En él, Cervantes describe su llegada a un lugar que, aunque el hidalgo lo confundiera con un castillo, encaja como un guante con lo que podría ser la actividad de la Venta de Borondo a principios del siglo XVII, y cuyo eco todavía resiste en la actualidad.
Para que esa esencia no se pierda, para que ese potencial no sea pasto de los rigores meteorológicos y de los silencios administrativos, pelea esta asociación como lo hace en Puertollano y ha explicado la asociación de amigos de la Venta de la Inés.
Por el momento, a la espera de la presentación del proyecto global que demuestre que “alzamos la voz con ideas concretas y cifras”, la asociación puede contar con otro centenar de convencidos de su causa, al que además han invitado a unas ricas migas en una venta de cuyo nombre y restauración no puede olvidarse.