El presidente de la Diputación insistió en el poder de la alimentación como “generador de riqueza”, ligado al “icono” más universal de La Mancha.
Noemí Velasco
Piedrabuena
Empresarios de la restauración, artesanos expertos en artes centenarias, denominaciones de origen con el producto local de mayor calidad y cocineros que conjugan la innovación con el sabor de la tradición han convertido este fin de semana a Piedrabuena en el centro de la promoción de la carne de caza y el ciervo en unas jornadas para poner en valor lo propio y aprender a venderlo como atractivo turístico. La primera edición de ‘Sabores del Quijote’ abrió en la mañana de ayer con un despliegue sin precedentes de restaurantes y bares locales fuera de sus instalaciones habituales para demostrar las bondades de la carne de caza, una intensa programación de master class de chefs de reconocido prestigio en la provincia que dieron trucos para educar los fogones y una interesante representación de la artesanía y la agroalimentación de la comarca.
El presidente de la Diputación de Ciudad Real, José Manuel Caballero, acompañado del alcalde de Piedrabuena, José Luis Cabezas, el director provincial de Economía, Empresas y Empleo, Agustín Espinosa, el presidente del Grupo de Desarrollo Rural Montes Norte y alcalde de Poblete, Luis Alberto Lara, y un buen número de diputados provinciales, incidió durante la inauguración de esta feria itinerante, que recorrerá la provincia alrededor de diferentes productos gastronómicos, en la importancia de “apostar por la tierra, por nuestra materia prima”, según añadió, “como elemento generador de riqueza y empleo”. Caballero destacó las enormes bondades de la gastronomía a la hora de impulsar el turismo en toda la provincia y participar de la explosión de visitantes que tiene toda España, y en la que “Ciudad Real no puede quedar al margen”.
De la mano del Quijote como “icono universal” y el “mejor embajador” de La Mancha tras conseguir en el ‘año Cervantes’ un aumento exponencial del número de turistas en la provincia, José Manuel Caballero recalcó que “la Diputación provincial no va a escatimar en recursos” para conseguir que la gastronomía ejerza un atractivo turístico “más allá de nuestras fronteras”.
De hecho, el presidente de la Diputación reconoció que la intención es que ‘Sabores del Quijote’ repita en el tiempo, para ensalzar “nuestra gastronomía, que es rica y variada, y tiene unos usos particulares”, fiel a su intención de continuar con las actividades que funcionan e incorporar otras innovadoras.
Por su parte, el alcalde de Piedrabuena, José Luis Cabezas, aplaudió la iniciativa de la Diputación de Ciudad Real y calificó la feria como “un proyecto muy importante de promoción turística”, que puede generar “un dinamismo económico muy relevante en toda la provincia”. Tras aludir a la “excelente” colaboración que ha existido entre el Ayuntamiento y la Diputación para organizar el evento, José Luis Cabezas reiteró que la carne de caza, y en concreto el ciervo, “es un recurso para poner en valor” en Montes Norte.
En una comarca que reúne al 20 por ciento del territorio de la provincia, con 37.000 habitantes, el presidente del Grupo de Desarrollo Rural también dio las gracias a la Diputación de Ciudad Real por “contribuir a visualizar el patrimonio”, antes de comenzar la ronda de visitas por los stands dispuestos en la carpa instalada en la explanada del pabellón polideportivo, donde compartieron impresiones con artesanos, empresarios de la agroalimentación y denominaciones de origen. En la región con mayor producción de vino del mundo, la representación de las DO La Mancha y Valdepeñas no pudo faltar en un pabellón que desde el mediodía empezó a tener una afluencia continua de personas, que compraron perdices en escabeche, berenjenas de Almagro y sobre todo piezas de ciervo y salchichones de jabalí, entre las cañas y las tapas que servían los bares desplegados en el recinto.
Alimentación y artesanía
Con pocos establecimientos de venta de carne de caza mayor en la zona, a pesar de su arraigada tradición cinegética, uno de los puestos con más éxito fue el de Cárnicas Inés, una sala de despiece de Porzuna que vendió lomos, solomillo, pierna, falda y paletillas, además de chorizos y salchichones de ciervo y jabalí. Pese a que la mayor parte de las ventas de la empresa son al por mayor, una de las empleadas confirmó por la mañana que la feria había comenzado “con mucha fuerza”.
Relacionado de forma directa con el sector, aunque no dentro del campo de la agroalimentación, Octavio Fernández Rey, especialista en taxidermia y cetrería de Poblete, mostró sus trabajos en este oficio “muy laborioso” que parte de la pieza entera del animal y que supone “pelar, cocer, blanquear y limpiar” hasta mostrarlo “como si estuviera vivo”. Octavio Fernández explicó que el diseño de trofeos es su principal nicho de mercado, aunque la joyería tiene cada vez “más tirón”.
Representante de la artesanía local, Justino Matilla Rincón, artesano de Castilla-La Mancha y profesor de cursos de formación, fue uno de los expositores que llamó más la atención por su elaboración ‘en vivo’ de piezas de madera para cocinas y elementos decorativos. Especialista en todo tipo de enseres de madera, desde cocinas y armarios a puertas, ventanas o elementos artísticos, Justino Matilla consideró la iniciativa “muy interesante” a nivel regional y animó a conocer Piedrabuena, “por su gastronomía, sus aceites, vinos y conservas, y por supuesto, por sus productos artesanos”.