Tras la comida de hermandad y el concurso de habilidad con tráiler que tuvieron lugar el pasado fin de semana, los actos en honor a San Cristóbal tocaron fin este sábado con una solemne función religiosa y posterior procesión. Desde las ocho de la tarde en la ermita del Cristo de la Luz se concentraron más de un centenar de personas que, acto seguido, fueron testigos de la bendición de vehículos congregados ante el templo. Una vez concuida la eucaristía, la talla de San Cristóbal fue acomodada sobre un singular trono acoplado a un vehículo para iniciar así una procesión de una treintena de camiones que se extendió durante más de dos horas por las calles de la ciudad y que custodiaban a su patrón.

