El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha cifrado en 16.000 millones el coste del ‘Plan de Respuesta’ al impacto de la guerra en Ucrania que aprobará mañana el Consejo de Ministros y que incluye el veto a los despidos y la bonificación con un mínimo de 20 céntimos el litro de combustible, entre otras medidas.
El presidente del Gobierno ha desgranado este plan de choque durante el encuentro ‘Generación de Oportunidades’, un foro de Europa Press en colaboración con McKinsey & Company, y ha explicado que se basa en cinco ejes que abarcan ayudas a familias, trabajadores, desplazados y al tejido empresarial, así como medidas en materia de transportes, ciberseguridad y energía.
En concreto, el Plan que durará hasta el 30 de junio, tendrá un impacto de unos 6.000 millones en ayudas directas y rebajas de impuestos y de otros 10.000 millones en créditos ICO para amortiguar impacto crisis.
Entre las medidas, el Plan incorporará la limitación al 2% de las subidas de los precios de los contratos de alquiler de vivienda, así como el aumento del 15% en la cuantía del Ingreso Mínimo Vital para llegar a más familias vulnerables.
En lo que respecta a la parte energética del plan de respuesta a la guerra, Sánchez ha anunciado que esta misma semana España y Portugal presentarán a Bruselas una medida “excepcional y temporal” para fijar un precio de referencia del gas, tras lograr en el Consejo Europeo del viernes una ‘excepción ibérica’ que permita abaratar los precios de la electricidad en ambos países.
Sánchez ha subrayado que esta medida “no supone subvencionar el gas, no rompe los incentivos para las renovables ni los flujos eléctricos entre países” y permitirá a España y Portugal “rebajar significativamente los precios de la electricidad de forma inmediata” sin “distorsionar” el mercado de la electricidad de Europa.
“Tengo el convencimiento de que la aprobación por parte de la Comisión Europea se va a producir en un muy breve plazo de tiempo y al día siguiente será aprobada en el Boletín Oficial del Estado con efectos inmediatos en las facturas de la luz de los ciudadanos”, ha subrayado.
Sánchez afirmó que el Gobierno conoce bien las dificultades de familias y empresas y los problemas de los sectores afectados, y que “se hace cargo de ellos”. “Conocemos los problemas sector por sector y en su globalidad, desearíamos que desaparecieran, pero la guerra y sus consecuencias no están en la mano ni de este Gobierno ni de ningún otro”, indicó.
El jefe del Ejecutivo señaló que “nadie está protegido” de esta guerra y aseguró que el Gobierno no puede prometer que no se advertirán los efectos de la misma en la economía, pero sí puede prometer que se va “a desvivir por aplacar al máximo sus efectos” y por distribuir los sacrificios “de manera equilibrada para que ningún sector se sienta abandonado”.