El Servicio de Salud de Castilla-La Mancha, Sescam, confirma la investigación de doce posibles casos de triquinosis en Los Cortijos, miembros de una misma familia, por comer carne de jabalí contaminada y cazada para autoconsumo, según ha dado a conocer este miércoles la agencia EFE.
La Consejería de Sanidad ha explicado que los casos están en estudio (se han conocido estos días) a expensas de que las muestras remitidas al Centro Nacional de Microbiología confirmen la enfermedad. De los infectados once recibieron atención en el centro de salud de Malagón y otra fue derivada al Hospital General de Ciudad Real.
Lo que dice el Ministerio de Agricultura sobre la triquinosis
La triquinosis es una enfermedad parasitaria que afecta a los humanos y a numerosas especies hospedadoras, principalmente mamíferos silvestres y domésticos, producida por diversas especies del género Trichinella. Las larvas de Trichinella desarrollan todas las etapas de su ciclo biológico, desde larva hasta adulto, dentro del cuerpo del mismo hospedador y poseen especificidad hacia el tejido muscular estriado.
La triquinosis en los humanos es una enfermedad de declaración obligatoria en España, tal y como establece la Orden SSI/445/2015, que modifica los anexos I, II y III del Real Decreto 2210/1995, por el que se establece la Red Nacional de Vigilancia Epidemiológica.
La declaración de esta enfermedad a la Red Nacional de Vigilancia Epidemiológica (RENAVE) desde 1996 se completa con datos individualizados. En animales también es una enfermedad de declaración obligatoria en España (Real Decreto 779/2023).

La carne y derivados cárnicos
La principal fuente de infestación para los humanos es la carne y los productos cárnicos derivados procedentes de jabalí o cerdo infestado, aunque hay otros animales que pueden actuar como reservorios de la enfermedad.
Cuadros asintomáticos y hasta severos
La enfermedad se transmite de modo accidental a los humanos por la ingestión de carne o productos cárnicos crudos o insuficientemente cocinados, procedentes de animales infestados. La manifestación clínica en los humanos es muy variable, dependiendo de la sensibilidad del individuo, de su estado inmunitario y de la cantidad de larvas ingeridas, pudiendo manifestarse como una infestación asintomática hasta cuadros severos, con complicaciones neurológicas y cardiológicas que pueden conducir a la muerte.