El director de la DOP Montes de Toledo, Enrique García Tenorio, considera que “visto el daño que han provocado los aranceles”, su suspensión supone una “magnífica noticia” puesto que “ahora mismo Estados Unidos es el primer cliente del aceite de oliva de España». Por este motivo opina que el hecho de “poder competir” en igualdad de condiciones que el resto de los aceites “supone una gran noticia”.
A pesar de ello lamenta “el tiempo que se ha perdido” desde que los aranceles han estado vigentes.

García Tenorio recuerda como durante este periodo las exportaciones de aceite de oliva en Estados Unidos “se han seguido realizando”, aunque matiza que se han producido varias situaciones: “Por un lado los grandes envasadores no han tenido problema, pues han llevado y han envasado allí el aceite a granel y lo han podido hacer sin aranceles. Por su parte, otros envasadores lo que han tenido que hacer ha sido comprar el aceite fuera para poder mandarlo a Estados Unidos sin aranceles. Y los que no tenían otra posibilidad, como es el caso de las denominaciones de origen que no pueden ni envasarse ni hacerse con un aceite de fuera, han tenido que competir con un 25% de aranceles, con lo que ese gravamen se ha notado bastante”.
Estados Unidos es uno de los principales países donde se exportan los aceites de la denominación Montes de Toledo, junto con Japón y China. Por todo ello, el director de la DOP espera que el hecho de que durante cinco años se hayan suspendido los aranceles estadounidenses a lor productos nacionales y castellanomanchegos «es porque se quiere llegar a una solución, pues ya se llevan muchos años de litigio entre Airbus y Boeing, que representa el conflicto comercial más largo que ha habido en la historia, por lo que ya va siendo hora que finalice”.
DO La Mancha
El gerente de la DO La Mancha, Ángel Ortega, explica que «aunque Estados Unidos no representa nuestro principal mercado exportador, sí que es cierto que cuando entraron los aranceles lo hicieron en una época complicada y lo pusieron todavía más difícil, ya que nos dio de lleno. Y ya no se trata tanto de que lo haga con nuestros vinos, sino que, al hacerlo al resto, sobre todo a los franceses y españoles, al final esos productos buscan otros mercados, con lo cual, si al final los vinos de otros países no se distribuyen por Estados Unidos, van a tener más competencia contigo en otros lugares».
En cualquier caso, Ortega califica como «positivo» todo lo que sea «abrir mercados para el vino», aunque si bien aclara que «para la DO La Mancha no va a ser determinante, cuantitativamente hablando».

El gerente de la DO La Mancha añade que «ojalá se llegara a firmar un tratado comercial con Estados Unidos como el que se ha firmado con Canadá y con Japón», puesto que «ello facilitaría mucho más la entrada de nuestros vinos, con lo que podrían multiplicarse las exportaciones, como se ha visto en el país nipón. Y al firmar un acuerdo comercial con un país que, aunque produce vino como Estados Unidos, lo hace en menor proporción del que se bebe allí, todo lo que sea facilitar la entrada de vinos para la DO La Mancha supondría una ventaja grande porque, por ejemplo, los vinos chilenos y argentinos ahora tienen mayores facilidades por acuerdos comerciales alcanzados con los estadounidenses».
También aclara como Estados Unidos es un país «muy complejo» para exportar los vinos, circunstancia que provoca que «tenga que haber allí un importador directamente, pues nosotros muchas veces hemos ido allí a hacer acciones y, aunque el vino guste, como no tengas un importador, para ellos es imposible comprar el vino directamente. Por tanto, las actuaciones comerciales en Estados Unidos representan un proceso muy lento. Y compran poca cantidad, si bien es cierto que compran más valor añadido, lo que luego repercute en que se les puede vender vinos muy buenos y los suelen pagar bien».
Pero, a pesar de ello, Ortega anima a «no rendirse» sino «todo lo contrario» pues «hay que seguir insistiendo», ya que «el día que posicionemos el vino en Estados Unidos (y ya no solo desde la DO La Mancha sino también a nivel nacional), entrando con una varietal como puede ser la tempranillo, nos daría un impulso brutal, pues ellos funcionan por modas y podríamos estar cuatro o cinco años, circunstancia que luego nos abriría las redes comerciales. Y ya la gente se movería y sería mucho más difícil salir».
Lanza también ha intentado ponerse en contacto con responsables de la DO Valdepeñas y con la DO Queso Manchego para obtener una valoración respecto al hecho de que tanto la Unión Europea como Estados Unidos hayan decidido suspender temporalmente las medidas arancelarias recíprocas que ambas partes aprobaron en los últimos años, pero no ha resultado posible.