J. Y. / Ciudad Real
Los productores de azafrán en Castilla-La Mancha tendrán una buena campaña, aunque irregular por las condiciones metereológicas que, precisamente, han hecho que la recogida de la rosa del azafrán se haya adelantado unos días en algunas zonas. Se trata de un cultivo muy rentable, que puede alcanzar los 3.000 euros el kilo una vez se ha convertido en especia.
Pedro Pérez, flamante gerente de la Denominación de Origen “Azafrán de La Mancha”, ubicada en la localidad tonelada de Camuñas, dice que habrá “más producción en el circuito de la DO”, por el incremento de azafraneros adscritos a la misma, si bien insiste que la rentabilidad no es cuestión de cantidad, “sino de una buena comercialización por parte de las envasadoras y que el mercado pueda absorber el producto”. Insiste en que lo importante para ellos “es vender con certificación en todos los mercados”, pues de lo contrario “será un desastre”.
En concreto, la producción de azafrán en el marco de la DO podría rondar los 700 kilos, un 15 % más que la pasada campaña, cuando se recolectaron 550.
Insiste en que “hay que saber vender el azafrán” en todos los segmentos” comerciales, además de “tener una buena imagen, un diseño de comunicación y una plataforma divulgativa de sus propiedades y cualidades, para que el consumidor las conozca, las aprecie y las compre”.
Igualmente, lamenta que en el mundo gastronómico apenas haya presencia del azafrán, y menos del certificado, teniendo el fomento mediático de las artes culinarias con cocineros profesionales en distintos programas divulgativos.
El cultivo del ‘oro rojo’ ocupa en el marco del consejo regulador unas 78 hectáreas que están distribuidas entre las provincias de Albacete, Ciudad Real, Cuenca y Toledo. La Denominación de Origen cuenta con 400 productores adscritos.