Uno de los sectores más tradicionales y con mayor peso en la economía provincial, como es el de la construcción, se restablece lentamente de la crisis que sufre desde hace una década, a tenor de los pequeños repuntes en contratación de obras y de trabajadores.
Ciudad Real forma parte de los territorios de España en los que la velocidad de recuperación de este ámbito se proyecta como el vuelo de una pluma, frente al efecto cohete que ha tomado la actividad en los grandes núcleos urbanos y las zonas de costa, una vez han superado los años más duros de la recesión.
Sin embargo, en este 2018 hay razones para la esperanza, a tenor de los últimos datos de ocupación, cotización e inversión en obra pública registrados en la provincia, que indican una lenta reactivación, y que coincide con las estimaciones de la Asociación ciudarrealeña de Empresarios de la Construcción (Apec), “hay recuperación, pero todavía lejos de una actividad normal”.
“La realidad de nuestro sector, apunta el presidente de Apec, Manuel Carmona, es que como tocamos fondo, cada año que llega, mejora al anterior”.
Por líneas, para aumentar la producción de vivienda y la edificación “será fundamental la recuperación del empleo”, debido a que la seguridad económica de las familias “es directamente proporcional” a la adquisición de una casa.
Ya en 2017 este ámbito siguió creciendo “muy poco a poco”, a la vez que fue absorbiendo el stock.
En el caso de licitaciones públicas “será necesario que las administraciones apuesten por la inversión productiva, siempre de forma eficiente y razonada, pero contribuyendo a crear empleo y bienestar en las localidades donde se invierte”.
Todavía el año pasado la inversión pública creció “pero mucho menos de lo necesario”, al estar “todavía afectada por las políticas de reducción de déficit de muchas administraciones”.
En general, Carmona recuerda que el pasado ejercicio se cerró con parámetros “muy similares” a los de 2016, si bien “se notó un repunte de actividad todavía muy ligero y sostenido en el tiempo”, que se mantendrá en la presente anualidad y que está dentro de una tónica “muy parecida a la de otras provincias de tamaño y características parecidas a las de Ciudad Real, donde está costando mucho recuperar la actividad”.
Los datos
El número de trabajadores ocupados en el sector de la Construcción aumentó en el último trimestre de 2017 un 11,36% en la provincia respecto al año anterior, hasta los 14.700, con un total de 16.600 activos (personas de 16 o más años en edad de trabajar), un 3,75% más.
Según datos de la Encuesta de Población Activa (EPA), la cifra de desempleados alcanzó entre octubre y diciembre 1.900, con un descenso de más del 32% en comparación con el mismo periodo del año precedente.
En total, 2017 cerró con 4.676 parados, un volumen que decreció en enero y febrero, pero que repuntó en marzo hasta los 4.743, según el Ministerio de Empleo.
Respecto al número de afiliados en el sector en el último trimestre alcanzó en la provincia los 12.997, un 8,81% más ( en 2016 hubo 11.900).
Licitación
La licitación de obra pública subió un discreto 4,07% en el año 2017, respecto al 52,84% de Castilla-La MAncha o el 37.79% a nivel nacional, según datos de la Asociación de Empresas Constructoras y Concesionarias de infraestructuras (Seopan).
Así, el volumen de licitación de obra pública fue de un global de 61.5 millones de euros, casi dos millones y medio más sobre los 59,1 millones.
Del total ofertado, un 45,3% correspondió a la administración central (27,9 millones), que fue la que más creció su volumen, con un 32,55% más; otro 40,4% correspondió a la local, cuya inversión se incrementó un 10,44, mientras que la administración autonómica invirtió 8,7 millones (14,1%), con un retroceso del 43,7% respecto a los 15,5 millones licitados en 2016 en la provincia
Del total de la inversión, el 73,5% correspondió a obra civil (45,1 millones), que decreció un 0,10%, mientras que el otro 26,5% se licitó en obras de edificación (16,4 millones), tras crecer un 17,61%.
Carmona recuerda que el análisis de estos indicadores a nivel nacional sirvieron para que la Fundación Laboral de la Construcción haya establecido “una serie de recomendaciones que potencien la competitividad sostenible de la industria de la construcción”.
Uno de los temas que más preocupa, sostiene el presidente de la APEC, es la cualificación y formación de los trabajadores, por lo que además de la profesionalización a través de la Tarjeta Profesional de la Construcción, TPC, las organizaciones empresariales y de la construcción implementarán medidas formativas para los trabajadores del sector.