Las provincias de Segovia y Soria, ambas pertenecientes a la comunidad autónoma de Castilla y León, se encuentran por delante de Ciudad Real en cuanto a “exceso de fallecidos” durante las semanas más duras de la pandemia del COVID-19 (del 16 de marzo al 18 de mayo) en comparación con la media de fallecimientos que se produjeron en estas fechas en los años 2019, 2018, 2017 y 2016.
El catedrático de la Escuela Superior de Ingeniería Informática de la UCLM en Ciudad Real y experto en análisis de datos, Francisco Ruiz, ha realizado un análisis, según los datos publicados por el INE el pasado 3 de junio en base a los fallecimientos contabilizados en los registros civiles, que pone de manifiesto que las provincias de Segovia y Soria son las que más exceso de mortalidad de fallecidos por cada 100.000 habitantes registraron entre el 16 de marzo y el 18 de mayo.
Ruiz ha explicado a Lanza que, en el caso de la provincia de Segovia, entre el 16 de marzo y el 18 de mayo fallecieron en esa provincia un total de 1.030 personas, mientras que en la media de los últimos cuatro años solo habían muerto 300 en ese mismo periodo. Esto implica que ha habido un exceso de 730 fallecidos más que en el mismo periodo de la media de los últimos cuatro años, “lo que significa que existe una tasa de 473 muertos en exceso por cada 100.000 habitantes”, comenta el catedrático.
Tras Segovia, se encuentra Soria, con una tasa de 389 muertos en exceso por cada 100.000 habitantes, y Ciudad Real, en tercer lugar, con una tasa de 355 fallecimientos en exceso por 100.000 habitantes. A estas tres provincias, le siguen Salamanca (302 fallecimientos por cada 100.000), Albacete (282), Guadalajara (260), Cuenca (254) y Madrid (237).
El catedrático destaca que los datos con los que ha realizado el análisis son de fallecimientos contabilizados en los registros civiles de toda España, sin concretar si los decesos se han producido por COVID-19 o no. Sin embargo, asegura que “la inmensa mayoría” de estas muertes en exceso se han producido a consecuencia de la pandemia.
“El análisis que he realizado lo hecho en base a los datos de fallecimientos por provincias de los últimos cuatro años en las fechas donde la pandemia alcanzó en 2020 su pico para poder compararlos”, señala Ruiz. En este sentido, indica que “es llamativo” que, a nivel nacional, en España se produjeran de media en los últimos cuatro años 71.500 fallecimientos entre el 16 de marzo y el 18 de mayo y este año el número de decesos haya crecido hasta los 119.600, lo que implica una diferencia de más de 48.000 muertos. “Este fuerte incremento tiene que deberse a un factor especial y ese factor especial es la pandemia del COVID-19”, afirma.
El catedrático reconoce que su análisis “no cuenta con una precisión milimétrica”, pero tiene claro que estos notables incrementos se deben al COVID-19. “Los registros del Gobierno y de otras autoridades sanitarias solo contabilizan a como fallecidos por COVID-19 a las personas que han muerto tras haber dado positivo, como es obvio, pero entiendo que la inmensa mayoría de este exceso de fallecidos se debe a la pandemia”, añade.
“Las cifras de fallecidos que se dan a diario son circustanciales y solo se tiene en cuenta a los positivos diagnosticados, pero a la larga, cuando se comience a investigar la pandemia una vez que ésta pase, los epidemiólogos y otros investigadores averiguarán el número de fallecidos que se cobró el virus estudiando el exceso de fallecidos que hubo durante la pandemia en comparación con otros años de acuerdo a los datos de los registros civiles”, asevera Francisco Ruiz.
Las primeras posiciones las ocupan las provincias con más movilidad con Madrid
Las siete primeras provincias que encabezan el listado de exceso de mortalidad por cada 100.000 habitantes (Segovia, Soria, Ciudad Real, Salamanca, Albacete, Guadalajara y Cuenca) destacan por su proximidad y movilidad constante y habitual con Madrid.
“Yo no soy epidemiólogo, pero es evidente que estos datos demuestran que las provincias donde más mortalidad en exceso se produjo son las que tienen mucho tráfico diario y contacto con Madrid”, comenta Ruiz.
“Adelanto” de fallecimientos
Otro aspecto que el catedrático ha destacado a Lanza pero que no plasma en su análisis, es que en los últimos días, de acuerdo a los datos proporcionados por el INE, se han reducido los fallecimientos con respecto a anteriores años. Es decir, hay menos muertos que en el mismo periodo de otros años.
Ruiz explica que esto podría deberse a que, dado que gran parte de los fallecimientos se han producido en personas de avanzada edad o con enfermedades crónicas, éstas muertes “podrían haberse adelantado varias semanas o meses” a consecuencia del virus. “Hay que tener en cuenta que hay personas que han podido morir de otra enfermedad, pero el virus ha causado mayores estragos en su salud y han acabado falleciendo”.