La pobreza energética, el exceso de confianza y la falta de sentido común están detrás de los incendios y accidentes vinculados a los sistemas de calefacción, que han provocado 25 fuegos en viviendas en Ciudad Real en lo que va de año, con intervención de los bomberos.
“Toda fuente de calor que genera una llama, una incandescencia, es un peligro potencial, hay que airear y sobre todo aplicar el sentido común, para evitar estos accidentes”, afirma José Sánchez Villalón, jefe del parque de bomberos de Ciudad Real.
A los bomberos ni les avisaron el pasado 30 de noviembre en Fuente el Fresno, cuando una mujer de 49 años apareció muerta en su dormitorio, junto a su pareja de 53 años, herido grave, por inhalación de monóxido de carbono. Eran temporeros valencianos, compartían casa alquilada sin calefacción con otras personas y la noche de antes metieron una estufa de leña para calentarse en el cuarto de dormir; un error que cada invierno, sobre todo en los más fríos, provoca decenas de accidentes y muertes.
“En ese caso cuando encontraron a las víctimas [no hubo incendio], al abrir la habitación al día siguiente, poco habríamos podido hacer nosotros”, comenta Villalón. Es ‘la muerte dulce’ con la que se ha topado en muchas ocasiones en sus treinta y cuatro años de trayectoria profesional como bombero.
El monóxido de carbono, que liberan los combustibles fósiles al arder como la madera y el carbón sigue provocando tragedias, aunque no tantas como cuando proliferaban los braseros de picón o de resistencia, “hemos tenido casos de gente mayor carbonizada sin poder moverse con estos braseros”.
Atención a las chimeneas
El uso de la chimenea, sobre todo en casas de campo que no son la vivienda habitual, está detrás de casi todos los incendios de este año. Los siete a los que han acudido los bomberos de Ciudad Real han sido por culpa del hollín de estufas o chimeneas de leña, lo mismo que en los dos incendios por sistema de calefacción de Puertollano y los tres ocurridos en la comarca de Alcázar de San Juan.
“Hay que ventilar la estancia en la que tengamos un sistema de calefacción con llama para regenerar el oxígeno que consumen”, recomienda. También conviene limpiar las estufas y revisarlas cuando empieza la temporada de invierno. “Este año hemos tenido muchísimos incendios de este tipo, como se ve en la estadística. La gente llega a una casa que no utiliza, empieza a echar leña para que se caliente, y provoca un incendio por el hollín que se acumula en el tiro. Hay quemar con conocimiento”.
Casas de madera con chimenea, un gran riesgo
La casa de madera, con troncos ardiendo en el fuego de la chimenea, está muy bien para las películas, no para la vida real. “Una casa de madera, o con el techo forrado en madera es muy peligrosa. Nadie que tenga una vivienda de estas características debería utilizar una chimenea o estufa de leña como sistema de calefacción”.
Revisar y no tapar rejillas de salida de gases
La calefacción por gas ciudad o butano es segura siempre y cuando se revisen las instalaciones y no se tapen las rejillas para que entre el aire. “Incendios así ocurren sobre todo en viviendas alquiladas. Fuimos a una intervención en la que la salida de aire estaba tapada porque habían anidado unas aves. En otro caso, no has pasado en una vivienda alquilada por jornaleros, tenían mucho frío y lo había tapado todo”.
El sistema de radiadores, el más seguro
El mejor sistema de calefacción según el jefe de bomberos de Ciudad Real es el de radiadores de agua, el sistema de calefacción central instalado en el 90% de construcciones urbanas. “En este caso hay que revisar la caldera, según la normativa vigente, en especial si estas calderas son antiguas, y controlar la zona en la que está la incandescencia, la llama”.
Los aparatos eléctricos que no producen llama también son seguros, claro que al precio que está la electricidad parece que este año se están empleando menos. Las estufas de pellets, de moda en los últimos años, también son seguras, tienen menos riesgo que las de leña.
El SCIS no tiene datos de si ha habido más o menos uso de los aparatos eléctricos en este año de precio de la luz disparado, solo refleja lo que dice la estadística que habla claramente de que casi todos los incendios por formas de calefacción han sido en chimeneas o estufas de leña.
Los datos de los incendios parque a parque
Los 25 incendios y dónde se originaron se desglosan de la siguiente manera: 7 por estufas o chimeneas en la comarca de Ciudad Real; dos por lo mismo en Puertollano, tres por lo mismo en Alcázar de San Juan, dos en Daimiel uno por hollín en una estufa o chimenea y otro en una caldera de orujo (funcionaba mal). En Manzanares ha habido cinco incendios, dos de calefactor eléctrico, dos de techumbre por tiro de chimenea y uno de hollín.
Cuatro incendios en Tomelloso
En la comarca de Tomelloso se han registrado cuatro incendios de calefacción. uno de estufa de butano, otro de caldera de gasoil (mal funcionamiento), uno de hollín y otro chispas en una chimenea.
Los dos incendios de calefacción en Valdepeñas han sido por hollín en una estufa o chimenea y otro en una estufa de parafina.
Ni en los parques de Villanueva de los Infantes ni Almadén ha habido incendios por calefacción.