Juan Alfonso Campos de Lara, hijo único, perdió a sus padres hace siete años en un accidente de tráfico en la autovía A-43 en Manzanares, que según el informe de Atestados de la Guardia Civil se pudo evitar si el conductor que los embistió por alcance hubiera estado atento a la conducción, el 26 de noviembre de 2017.
Los fallecidos, la fotoperiodista Dolores de Lara (65 años) y su marido Juan Aurelio Campos (63), regresaban a Madrid desde La Solana, el pueblo de ella, un domingo por la tarde noche, un trayecto que conocían y repetían muchos fines de semana.
Sobre las ocho -se sabe por las últimas llamadas telefónicas de Dolores a su hijo y a una prima- se acababan de incorporar a la autovía A-43 y habían circulado trescientos metros por el carril derecho, cuando una furgoneta de empresa conducida por F.H.S., que dio negativo en la prueba de alcoholemia, se los comió, literalmente, les dio un golpe “brutal” por detrás y murieron en el acto.
El caso, que se sobreseyó en los juzgados de Manzanares (la jueza instructora consideró que no había delito) y se reabrió en 2020 por un recurso de apelación del hijo de las víctimas ante la Audiencia Provincial de Ciudad Real, se ha juzgado por lo penal este miércoles en los juzgados de Ciudad Real, como quería su hijo, que no sé resignó al archivo.
“Queremos que le condenen por homicidio imprudente, mis padres iban a una velocidad muy reducida, pero es que ni frenó”, asegura Juan Alfonso, “descolocado” siete años después de la tragedia, aunque satisfecho de ir a juicio.

Las víctimas circulaban a 10 km/h
El implicado, obrero ferroviario que regresaba de Tarragona a su domicilio en Badajoz ese domingo (llevaba muchas horas conduciendo cuando chocó con el matrimonio) con una furgoneta de empresa, dice que no los vio, que el vehículo de las víctimas no tenía luces y estaban parados en la autovía, algo que según los informes periciales no es del todo incierto.
El equipo de atestados de la Guardia Civil que investiga los accidentes más complejos establece que el coche de los fallecidos sí estaba circulando, pero iba a una velocidad muy reducida, calculan que a 10 kilómetros por hora, por causas que se desconocen. Por el contrario el acusado, «sin ir haciendo el loco”, han dicho los guardias, circulaba a 137 km/h (con el coche de empresa no podía superar los 100 km/h), tan desatento de la conducción, que no hizo ninguna maniobra evasiva y les golpeó en línea recta. La velocidad de uno y que el otro coche estuviera casi parado agravó las consecuencias del accidente.
La Guardia Civil no encontró huellas de frenada y sus especialistas dicen que había suficiente visibilidad en esa recta de la autovía, pese a que era otoño y estaba oscuro, para haber esquivado el obstáculo reduciendo la velocidad o desplazándose al carril de la izquierda (apenas había tráfico).
“Me los encontré de golpe”
F.H.S., el acusado, ha insistido en que “se los encontró de golpe”, en un juicio en el que pide la libre absolución y su abogado se ha quejado de la indefensión. Afirman que lo citaron como investigado por dos supuestos homicidios imprudentes tres años después del archivo del caso.
La acusación particular pide 2 años de cárcel y la fiscalía multa
Óscar Hernanz, abogado de la familia de las víctimas, acusa de dos homicidios por imprudencia grave, pero este miércoles ha rebajado de tres a un año la petición de cárcel por cada uno de ellos. En total solicita dos años para el acusado, “con el fin de que no vaya a prisión”. Eso sí, reclama la retirada del carné de conducir a esta persona, pena de multa y una indemnización de unos 180.000 euros a pagar por la aseguradora del conductor contrario, Lease Plan Insurances (la furgoneta era un alquiler de empresa).
Esta parte solicita además que se pague la indemnización, incluyendo los intereses de todos estos años, “porque hasta ahora no han abonado nada”, ha contado el letrado.
La fiscalía considera que hubo homicidio por imprudencia, pero entiende que la falta de diligencia del conductor que golpeó al vehículo de las víctimas fue leve, y solicita penas de multa, no de prisión.
“Este accidente se pudo evitar, está claro que el acusado no prestó la suficiente atención”, ha insistido en declaraciones a Lanza el abogado de la familia.
La sentencia la dictará en unas semanas la jueza de lo Penal del juzgado número 3 de Ciudad Real en el que se ha juzgado el caso.