J. Y.
Ciudad Real
Silencio y emoción fue la respuesta que dieron cientos de fieles al trabajo y el esfuerzo de los costaleros a la salida de los titulares de la hermandad del Santísimo Cristo Ultrajado y Coronado de Espinas y Santa María del Perdón en la plazoleta de la Merced.
Unos minutos después de las 18 horas de este Domingo de Ramos, y tras los solidarios abrazos y ánimos de penitentes y cargadores dentro del templo, el paso de misterio de Jesús maniatado y coronado de espinas cruzó la puerta de la Parroquia de Santa María del Prado (Merced), en un escenario protagonizado por un hondo sentir cofrade.
Los pequeños penitentes disfrutaron junto a sus mayores de una salida grandiosa del paso bajo los sones del himno nacional interpretado en una jornada totalmente primaveral por la banda de cornetas y tambores Virgen del Prado-La Pasión.
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Ya en la calle, los costaleros alzaron con brio el conjunto escultórico presidido por Jesús, figura que se ha restaurado, en honor a un miembro de la cuadrilla muerto hace poco más de un año. En este momento, las lágrimas entre costaleros y penitentes, además de algunas personas del público brotaron ante conexión espiritual con este hermano.
Claveles y rosas rojas y lilium blanco longiflorum que conformaron el exorno floral del paso brillaron a lo largo de la tarde en su salida por el centro de la ciudad.
Veinte minutos después y con igual arrojo las portadoras del paso de palio de la Virgen del Perdón sacaron a su titular de rodillas para el reconocimiento de cientos de personas que llevaban agolpadas a las puertas del templo desde primera hora de la tarde.
La imagen mariana, que este año ha estrenado un broche, una cruz pectoral, dos pañuelos, tres puntillas y dos cuellos de tocados también destacó por su sobriedad y dulzura sobre la misma capa floral que la del Cristo. Tras la Virgen, la Asociación Musical de Aldea del Rey volvió a entonar diferentes composiciones musicales que anunciaron el camino hacia el calvario de Jesús. Al final del recorrido procesional, la entrada volvió a ser un conjunto de emoción y encogimiento en la recién inaugurada Semana Santa 2017.