El primer convenio fue firmado con el párroco Rafael Ruiz por un importe de 2.000 euros. La alcaldesa, Pruden Medina, explicó que el convenio responde al objetivo del Ayuntamiento de promocionar y fomentar la cultura y la educación. En concreto, el importe del convenio sirve para subvencionar las actividades organizadas por la parroquia durante el verano. “Las parroquias de Nuestra Señora de la Asunción y San José vienen participando en actos de relevancia social y cultural realizando actuaciones que tienen que ver con el fomento de todo lo relacionado con el espíritu humano, creando un ambiente acogedor en el que se desarrollan actividades educativas y formativas para niños, que les proporcionan una forma sana y creativa de ocupar su tiempo libre”, aseguró la alcaldesa.
Rafael Ruíz explicó, por su parte, que el proyecto de la Parroquia de Verano lleva tres años en marcha y “surgió como inquietud de un grupo de jóvenes”. El segundo punto a destacar, según el párroco, es que está destinado a la formación integral dentro de un espacio lúdico y divertido. “Está abierto a todos los niños y es un proyecto muy interesante porque se realizan múltiples actividades que tienen que ver con los valores del espíritu humano y el conocimiento de la historia del cristianismo. Este año, por ejemplo, hemos estado representando los primeros episodios del origen de la iglesia a través de una obra de teatro. Se trata de tres semanas de convivencia que además fomentan otros valores como pueden ser los que tienen que ver con una vida y una alimentación saludable”, afirmó Rafael Ruiz.
El convenio con Cáritas Diocesana fue firmado por la presidenta de la ONG en Socuéllamos, Francisca Alcolea, por un importe de 6.500 euros, 500 euros más que el del año pasado. Pruden Medina destacó este incremento y felicitó a Cáritas por el trabajo que realizan a lo largo del año, especialmente en época de vendimia, “en la que realizan una gran labor social acogiendo a los temporeros”.
Francisca Alcolea aseguró, por su parte, que la campaña de los temporeros no es sólo un dispositivo para organizar la ayuda que se ofrece en época de recolección, sino que es también una “denuncia” de los abusos que en ocasiones se cometen sobre estas personas. “Desde aquí les damos una atención básica como es la higiene, la alimentación, la ropa o el calzado. Además de la falta de recursos, ellos nos comunican también la precariedad del trabajo que se encuentran en ocasiones”, afirmó.
Francisca Alcolea informó de que Cáritas Socuéllamos lleva ya más de 30 personas atendidas en la campaña de la vendimia, a las que habría que sumar otras 24 correspondientes a la campaña de los ajos, desde el pasado mes de junio.
