Estos días las cornetas y tambores sacan lustre para procesionar junto al cuerpo de Cristo por las calles de toda España. Durante los últimos meses, las Hermandades de cofrades han apurado las fechas para vivir con fe cristiana una tradición que llega, refuerza el espíritu y deja bendecidos los deseos de quienes esperan a entonces para cumplir promesas y sentir la fe en lo más hondo de sus almas.
Semana Santa es una invitación a cerrar los ojos, a lanzar plegarias y recordar si aquello que se pidió a los Santos se cumplió para agasajarlos con ofrendas que suelen ir acompañadas de lágrimas agradecidas, en un camino donde la fe va mucho más allá, cuando aparecen los abrazos de los que quedan cerca y que también son liberadores.
Lo sabe bien la alcaldesa de Socuéllamos, Elena García, que entiende que Semana Santa es uno de esos elementos que “vertebran nuestra identidad como pueblo, más allá del sentimiento religioso que se deja sentir entre nuestros vecinos”.
La Semana Santa, dice, “si ha perdurado a lo largo de los siglos no es sólo por su dimensión espiritual y lo que suponen para la sociedad en su conjunto, sino también y, sobre todo, porque han sabido conectar con cómo nuestros pueblos viven la religión y la fe”, que además este año llega embargada de la normalidad perdida en los dos últimos años de pandemia.
“Después de los años que hemos pasado, retornamos con muchas ganas. Es cierto que ya el 2022 vivimos la Semana Santa con cierta normalidad, pero éste, si cabe, lo hemos organizado con mucha ilusión y hay muchas ganas entre los confrades y entre el público en general”.
Objetivo: declarar la Semana Santa de Socuéllamos como Bien de Interés Turístico Regional
La alcaldesa de Socuéllamos sabe que esta época del año es uno de los grandes atractivos para los turistas arraigados a la localidad y para quienes ven en el calendario un desahogo que invita a viajar para dejar de lado el trasiego laboral diario. “Es cierto que en estas fechas Socuéllamos se llena de gente y se disfruta mucho de nuestras calles. Hay mucha devoción, pero también es cierto que se tratan de unas fechas en las que tanto devotos como no devotos viven intensamente la Semana Santa”.
Para toda esa gente que llega de fuera, Elena García anticipa que “desde el equipo de Gobierno, nos hemos esforzado mucho en que todo esté especialmente dispuesto para disfrutar al máximo de la Semana Santa”.
Entre los objetivos marcados por la regidora, se sitúa el de conseguir la tramitación para declarar la Semana Santa de Socuéllamos como Bien de Interés Turístico Regional, ya que el municipio cuenta entre otros bienes patrimoniales, “con algunas de las imágenes más antiguas de toda la diócesis de Ciudad Real, como la Sangre de Cristo o Nuestro Padre Jesús de Nazareno”.
A esta colección de imágenes este año se suman algunas nuevas “que son dignas de ver y desde luego ensalzan y siguen haciendo grande nuestra Semana Santa, contando ya con un total de veinte pasos que procesionan en nuestras calles”, subraya la primer edil.
Sobre esta celebración cristiana, alega la García, “la Semana Santa representa algo muy nuestro y algo que nos une, nos hacen convivir, nos hacen estar en la calle, nos hacen reencontrarnos con familiares, con amigos y desde luego nos hace sentirla muy nuestra. Todo eso da identidad a un pueblo y en nuestro caso, nos permite ser una de las localidades con mayor tradición y arraigo en la celebración de Semana Santa”.
Para empujar hacia ese crecimiento, desde el Consistorio tienen clara cuál es la hoja de ruta. “Como Ayuntamiento y como gobierno local, estamos siempre al lado de las expresiones participativas de nuestro pueblo, fomentándolas, ayudándolas, proporcionando los recursos, y dando lo mejor de nosotros mismos para que luzcan y sirvan como reclamo”, un reto en el que el papel de las siete Cofradías y Hermanades que conviven en Socuéllamos asumen un rol preponderante. “Sin ellas sería imposible organizar una Semana Santa como la que tenemos y que cada año se supera”.
Los “grandes responsables” para que la devoción llegue a las calles de la localidad, tilda la alcaldesa, “son las Hermandades y Cofradías, que son quienes verdaderamente hacen posible que esta tradición sea una pieza clave de nuestro patrimonio cultural y que se aporte tanto a nuestro desarrollo social”.
Desde el Ayuntamiento, informa, “estamos tratando de ligar mucho a ese interés turístico de nuestra Semana Santa institucional, todo el potencial con el que cuenta Socuéllamos, que puede ser interesante para quienes nos visiten”.
Para conseguirlo, para estos días, desde el Consistorio “se ha ampliado la oferta cultural habitual, para que se disfrute no sólo de los actos religiosos, sino de todo lo que ofrece nuestro municipio”, que supone, “un marco único para disfrutar de una de las mejores Semana Santa de toda la provincia”.
La Semana Santa siempre tiende a los recuerdos
La Semana Santa más allá de la fe siempre fue un lugar de encuentro, de familia, de vivir tradiciones que tuvieron mucho que ver con las abuelas que llevaban a rajatabla lo de no comer carne los días señalados y cuyo recordatorio perenne aquellos días de penitencia, eran las ollas de bacalao con tomate, las tortillas con y sin espárragos, las fuentes con torrijas o de arroz con leche, colapsando las neveras.
Quizás esas cocinas repletas de comida ahora hayan aflojado el ritmo de antaño, “porque la forma de sentir la religión quizás ha ido cambiando generación tras generación, pero en mí todavía están muy marcados aquellos postres, el arroz dulce de mi abuela”, porque “debo confesar que soy muy agradecida gastronómicamente hablando”, bromea la alcaldesa.
Sobre aquellos días de antaño, García también recuerda “cuando era una niña y nos vestían tan elegantes para salir a las procesiones y de lo que todo ese ritual suponía para toda la familia”.
En ese fomento de los recuerdos, el Ayuntamiento sigue trabajando para ofrecer una Semana Santa que aspira a ser memorable para quienes hoy la comparten con los vecinos y visitantes de la localidad.