El 14 de abril se constituyó en Socuéllamos la Plataforma “STOP Biometano y STOP Planta de Residuos Médicos Peligrosos”. El colectivo expresa su rechazo frontal a la instalación de dos plantas de biometano y una planta de tratamiento de residuos sanitarios en las inmediaciones del término municipal. La organización denuncia opacidad en la tramitación de los proyectos, así como un modelo energético que consideran “perjudicial para la salud pública, el medio ambiente y el desarrollo socioeconómico del municipio”.
Las plantas de biometano, actualmente en fase de tramitación administrativa, se ubicarían en el paraje del Aliagar, a tan solo 2,24 y 1,8 kilómetros del núcleo urbano. La primera planta tendría capacidad para procesar entre 100 y 150 toneladas diarias de residuos. La segunda alcanzaría las 397 toneladas diarias, es decir, unas 145.000 toneladas anuales, triplicando prácticamente la magnitud de la anterior.
Según la plataforma, la población ha conocido la existencia y alcance de los proyectos “a posteriori”, cuando estos ya estaban avanzados y uno de ellos incluso había sido declarado “proyecto prioritario” por parte del Gobierno regional sin consulta pública previa. “Se nos impone un modelo insostenible, en connivencia con intereses energéticos y financieros ajenos al municipio”, afirman en un manifiesto publicado en redes y en la plataforma Change.org.
La contaminación del acuífero local, los malos olores, la posibilidad de lodos con metales pesados, el efecto llamada a macrogranjas o los camiones pesados son los riesgos de los que alerta la plataforma ante las plantas de biometano. Unas instalaciones que “lejos de ser la solución sostenible, apenas recuperan el 10 por ciento de la energía utilizada en el proceso”.
“Residuos peligrosos”
La plataforma denuncia también la entrada en funcionamiento de una planta de tratamiento de residuos sanitarios peligrosos y muy peligrosos, “también sin la debida transparencia”.
El colectivo advierte de riesgos graves para la salud pública y el medio ambiente. Alertan sobre la posible exposición a sustancias tóxicas como fármacos, citostáticos y agentes infecciosos; el peligro de accidentes químicos o fallos técnicos; la contaminación derivada de fugas, derrames o gases mal gestionados; y la ubicación de la planta, que se encuentra en un polígono industrial muy activo y a apenas kilómetro y medio de viviendas. “La cercanía de esta instalación al núcleo urbano y su carácter experimental la hacen incompatible con un desarrollo sostenible y seguro para Socuéllamos”, denuncia la plataforma.
Por todo ello, el colectivo exige, la paralización inmediata de los proyectos de biometano. La suspensión de la actividad de la planta de residuos peligrosos “hasta que se realicen evaluaciones independientes y rigurosas”. Una moratoria contra la ganadería industrial y el blindaje normativo del término municipal frente a industrias contaminantes. Una gestión local, “transparente y sostenible de los residuos, con participación ciudadana real y protección efectiva del entorno rural”. La plataforma ha iniciado una campaña informativa en redes sociales y ha lanzado una recogida de firmas a través de Change.org.