Desde el pasado viernes, Solana del Pino acoge la celebración de Emlobados, un evento organizado por Anasma que se ha convertido en el punto de encuentro de defensores del lobo de toda España.
En esta edición, la séptima, la inscripción contó con 90 participantes de fuera de la provincia de Ciudad Real, 56 socios y un total de 14 ponentes.
El grueso de las ponencias que tenían al lobo como principal protagonista tuvo lugar en la tarde de este sábado, iniciándose con Javier Castroviejo, quien recibió el premio Lobo Ibérico 2019. Castroviejo disertó a continuación, largamente -aunque no de manera plenamente efectiva- sobre las variedades de lobo y su progresivo proceso de aniquilación en todo el mundo.
Por su parte Felipe Bárcena abordó la relaciones entre el lobo ibérico y el garrano -tambien llamado caballo asturcón- en la zona noroeste de la península.
Roberto Hartasanchez trató en su intervención sobre el fraude que a veces se comete a la hora de cobrar indemnizaciones por ataques de lobo. Denunció que la problemática referente a la supervivencia del mundo rural tiene que ver más con la falta de competitividad del mismo que con la presencia del lobo en sus tierras, y puso como ejemplo las importaciones de cordero de Nueva Zelanda, al igual que alarmó acerca de la facilidad de la proliferación del alarmismo en internet y se quejó de algunos aspectos relacionados con las ayudas de la PAC, muy cuantiosas en ocasiones, cuya condición primera es que en la zona donde pasten las reses objeto de la ayuda se preserve la biodiversidad, algo que no se cumple con el lobo.
La ponencia de Fernando Palacios se centró en la posible reintroducción del lobo en el sur peninsular, señalando el engaño manifiesto que supuso el censo del ICONA de 1988 debido a la sobredimensión de población irreal de lobo que mostraba aquel estudio, tenido como válido hasta 2012, cuando se reconoció que no había lobo en Andalucia, y que Castilla la Mancha contaba únicamente con dos manadas en Guadalajara.
Palacios afirmó que para considerar una población viable ésta debería tener entre 100 y 150 ejemplares, y que los mismos se mantengan durante al menos tres años.
Propuso la reintroducción del lobo en territorios que tengan unas características mejores (capacidad de expansión) a las elegidas, por ejemplo, por el programa Life Lobo, actualmente vigente en la comunidad andaluza. Como ejemplo a seguir se citaron varios ejemplos de recolonizaciones en Europa, y se apuntó la gran cantidad de extensiones de terrenos de titularidad pública en las que se podría reintroducir el lobo, entre las que se citó, por ejemplo, la Sierra de Cazorla, un espacio natural menos fragmentado por los vallados de las fincas cinegéticas.
Cerró jornada José Antonio de la Fuente, director del canal de Youtube Blasmania, quien mostró varios vídeos, fruto de cientos de horas de espera y frío, en la que mostró usos ganaderos impropios, donde grupos de bovinos no recibían un mínimo de atención por parte de sus criadores, facilitando la acción del lobo, cuando no la muerte por falta de asistencia en partos o inclemencias meteorológicas, por citar dos circunstancias.