La demanda de inmuebles -locales o viviendas- como inversión empresarial o particular ha subido en las últimas semanas, en la provincia, al igual que se espera, de cara al final de año, un aumento de las ventas de los fondos de las entidades bancarias, con el fin de cumplir los objetivos de su cartera de ingresos.
Por su parte, los alquileres se han consolidado tras el verano, principalmente en los núcleos más poblados como la capital, donde hay demanda por parte de los trabajadores del sector servicios y de los empleados públicos.
“Se atisban momentos de relajación inmobiliaria”
Jorge Narváez, gerente de Inmogestiona Narvaez Asesores, que tiene sede en Ciudad Real y Puertollano, explica que el mercado provincial se ha recuperado con dinamismo en los puntos con más actividad económica, aunque “se atisban momentos de relajación inmobiliaria por la tónica general de la pandemia”.
Los precios, explica, están estables, respecto al ligero repunte de antes de la pandemia, y muy alejados de los picos que alcanzaron capitales como Madrid “donde se dispararon”.
“Con que no bajen es un logro”, señala Narváez tras comentar que “se ha aplanado la curva” de las cotizaciones de los inmuebles, cuya demanda está muy ligada a “los niveles de actividad laboral”.
En Puertollano el vínculo es mayor, por el carácter industrial de la ciudad y del empleo de las grandes firmas como Repsol y otras empresas de energías renovables y auxiliares.
Por ello, el joven empresario muestra su incertidumbre por el sector de clientes de primera residencia, que están “condicionados por el trabajo”.
Por su parte, prevé un aumento del número de ofertas de los activos de inversión que, en su caso, copa el 75% de la actividad que gestiona. De cara al cierre de ejercicio, culminará, sostiene, con un aumento de operaciones en este segmento, vinculado con toda seguridad a un ajuste de precios.
En su caso, mantuvo a la plantilla de sus dos sedes, en Ciudad Real y Puertollano, con el fin de mantener los contactos con los clientes y las operaciones abiertas para poder culminarlas en le último trimestre.
Alquiler
En el ámbito del alquiler se ha mantenido la cifra de contratos, aunque los arrendatarios hayan incluido la llamada cláusula Covid-19 en un escenario de pandemia por la limitación de los movimientos, sobre todo entre estudiantes y profesores, con incertidumbre a la hora de recibir e impartir las clases.
“Cada caso ha sido particular porque no hay legislación”.
Lo que sigue viva ha sido la demanda de casas de campo, “el boom del verano” por parte de familias que pasaron el encierro en pisos sin vistas y que han querido disfrutar de espacios abiertos. “De cada 10 clientes, ocho preguntaban por este tipo de inmuebles”, una gran demanda “que no se pudo absorber porque no existía”. En el caso de “los alquileres fue peor porque los propietarios decidieron quedarse y no viajar”.
Narváez reflexiona sobre el cambio de percepción vivido por las personas tras el confinamiento en relación al lugar donde viven. “Hemos vuelto a valorar dónde vivimos y qué limitaciones tenemos”, señala.
Más alquileres por la planta fotovoltaica de Herencia
En la zona norte de la provincia, como en Alcázar de San Juan, Jacinto Sánchez Flores, uno de los socios de la inmobiliaria Sánchez Monreal reconoce la alta demanda de alquileres de pisos por parte de sanitarios, teniendo en cuenta el movimiento laboral del Hospital Mancha Centro de la localidad, sobre todo en tiempos de coronavirus.
Sánchez subraya el carácter estacional del sector, sensible a proyectos que conlleven la creación de riqueza o puestos de trabajo, como es el caso de la construcción de una planta fotovoltaica de energía solar por la empresa Cobra en la vecina localidad de Herencia.
Este proceso, con varios centenares de puestos directos e indirectos, ya está teniendo reflejo en la demanda de este tipo de servicios en una de las zonas más pobladas de la provincia.
Respecto a las ventas de casas, “bajaron en septiembre y han repuntado en octubre”, aunque “sean viviendas muy baratas”.
También han notado el ‘efecto Covid’ tras el aislamiento, con la solicitud de viviendas o chalés con piscina y zonas abiertas “que no se han podido cubrir porque no existen”.
Sí ha habido más actividad en operaciones en la pedanía de Alameda de Cervera, donde ha habido personas que han elegido trasladarse a vivir o a pasar temporadas allí.
El especialista inmobiliario reconoce que los precios repuntaron antes de la llegada de la Covid-19, pero “luego se frenaron y casi han descendido”.
De la misma manera, señala que a finales de años suelen liquidarse los fondos de bancos, con ofertas y promociones “agresivas” que suelen comprar particulares o empresas “sin financiación”.
Con todo, reconoce que “hay incertidumbre” y ve un futuro “complejo”.
Situación más irregular
En uno los entornos más despoblados de la provincia de Ciudad Real, como es el Campo de Montiel, la situación es más irregular.
Andrés Chaparro, de ‘InverKas, soluciones inmobiliarias’ de Villanueva de los Infantes, explica que tras el periodo veraniego “hay más movimiento de gente de fuera”, aunque sigue habiendo “más oferta que demanda”.
“Hay propietarios que quieren vender pero no hay tantas personas que quieran comprar”, entre otras razones por la evolución demográfica a la baja de la zona.
En cuanto a los alquileres, también se está registrando el dinamismo de principio de curso otoñal, “para profesores o médicos”.
Respecto a la demanda de casas al aire libre para pasar la época veraniega, ha habido escasas operaciones en la localidad, indica Chaparro.