Belén Rodríguez
Ciudad Real
Acudir al médico de cabecera con una lesión ulcerosa en la piel con mala pinta y terminar citado en el especialista a los pocos días o incluso en el quirófano es cada vez más frecuente en los hospitales de Ciudad Real, pionera en implantar el “telediagnóstico” en dermatología, un sistema informático basado en fotografías de alta calidad, que permite al médico de familia hacer al dermatólogo una consulta rápida vía internet, y obtener diagnósticos seguros que ahorran tiempo y esperas.
Este software, bautizado como Dercam, que ha sido noticia estos días porque el Sescam acaba de implantarlo en todos los hospitales de Castilla-La Mancha y en noventa centros de salud, surgió en el Servicio de Dermatología del Hospital General de Ciudad Real, que dirige el dermatólogo Guillermo Romero, satisfecho de que aquel ‘Dermatel’ que empezó como investigación, allá por el año 2002 , se haya traducido en un código informático seguro, contrastado y exportable a otras comunidades autónomas, en las que no existe nada parecido, como una avance más de la incipiente telemedicina.
“Dercam nos permite ganar en calidad asistencial y a largo plazo ayuda a descongestionar la lista de espera, sobre todo evitando desplazamientos innecesarios, pero lo importante es la calidad”.
Al principio las teleconsultas se hacían con el centro de salud más próximo al antiguo Hospital del Carmen y de ahí saltaron a otros centros de atención primaria de la comarca como Miguelturra, Villarrubia de los Ojos o Bolaños, hasta que los tres principales hospitales de la provincia y sus áreas de referencia, Ciudad Real, Puertollano y Alcázar de San Juan desarrollaron su propio teleservicio.
“En el hospital de Valdepeñas sólo hay una dermatóloga, de modo que el centro de referencia en dermatología es el Hospital General. Desde allí nos han remitido en muchas ocasiones gente directa para el quirófano”, explica el doctor.
El sistema archiva, permite llevar estadísticas de las enfermedades de la piel más frecuentes en la provincia, de los pacientes que pasan por el quirófano y también ir mejorando en los diagnósticos. “Ahora falta desarrollar la fase de postimplementación, de mejora continúa de la calidad”, señala el facultativo. Romero habla de mejorar la formación en dermatología de los médicos de familia que colaboran en el proyecto, y que van aprendiendo a distinguir qué signos externos de la piel precisarían de la consulta o visita al especialista, y cuáles se pueden manejar desde la atención primaria.
Desde 2009, año en el que empezaron a contabilizarse las teleconsultas -en realidad empezaron en 2007- en dermatología se han hecho 4.955 diagnósticos por esta vía sólo en los catorce centros de salud dependientes del Hospital General Universitario de Ciudad Real.
De todas ellas, el 54 por ciento se quedaron en el centro de salud, y un 42 por ciento acudieron al hospital. El resto es de pacientes que repiten consulta u otras opciones. Además la seguridad en el diagnóstico fue alta o muy alta en el 70 por ciento de los casos.
La consulta teledermatológica es sencilla. En vez remitir sin más al especialista a alguien que llega con una lesión en la piel, el médico de familia rellena un formulario digital sencillo, en el que adjunta varias fotografías de alta calidad -con cámaras fotográficas adecuadas- en formato dicom. Se adjuntan además datos clínicos, de la historia del paciente, medicación que toma y un comentario.
En pocos días personal del servicio de Dermatología del hospital de referencia entra en ese buzón, examina los datos y las fotografías, fundamentales en el caso de enfermedades de la piel, y si cree que debe ver al paciente en persona recomienda al médico que lo derive, o bien lo cita directamente si el caso es grave, o hace otro tipo de recomendaciones al facultativo que se pueden ver en primaria.
De esta forma se han ahorrado visitas innecesarias de ancianos o personas con movilidad reducida, y por el contrario se ha actuado con rapidez ante melanomas “que se pueden ver en una semana y operar en otra”, añade Romero.
“Esto nos permite un verdadero cribado de asuntos y evita un bombardeo de consultas innecesarias”, subraya.
Guillermo Romero Aguilera coordina en la actualidad el grupo de trabajo E-Dermatología e Imagen de la Academia Española de Dermatología. La “telederma” ha crecido de manera exponencial en los últimos años. En 2007 cuando empezó el Dercam había 21 hospitales públicos que en España que la practicaban, y hace dos años eran 69. Sólo Castilla-La Mancha tiene un sistema global en su servicio de salud.
Más cáncer de piel que hace 40 años
El cáncer de piel en sus tres modalidades más frecuentes lleva cuarenta años aumentado en los países “de raza caucásica”, con especial incidencia según explica el dermatólogo Guillermo Romero en Australia y países del norte de Europa. “En España estamos en un nivel intermedio. Aquí hay personas con fototipos tres, más resistente a la radiación solar, de piel más morena, y nos defendemos un poco mejor. Además el sol aumenta la vitamina D y eso protege de muchas cosas, algo de lo que carecen en países nórdicos como Noruega, mientras que el melanoma como lo conocemos aquí casi ni existe en África, Asia o Sudamérica”.
En el área sanitaria de Ciudad Real lo que más se ve son os cánceres asociados a la edad. “Aquí el cáncer de piel vasocelular o epidermoide lo quitamos a patadas. Vivimos más y quitamos muchísimos cada año con total seguridad”, dice. La teledermatología es un buen sistema para detectarlos en fase inicial.