La llegada del otoño unido a la aparición de las lluvias es sinónimo del comienzo de la temporada de setas que propicia que cientos de aficionados se adentren por los bosques y por los montes de la provincia en busca de los mejores ejemplares.
El micoturismo, una actividad basada en la recolección, degustación y aprendizaje principalmente de hongos comestibles silvestres, está cada vez más extendido en la región. De hecho, en Castilla-La Mancha existen alrededor de 2.500 especies de setas diferentes, algunas de las cuales pueden encontrarse por la provincia de Ciudad Real, en especial en los términos municipales de Saceruela, Luciana, Piedrabuena, Fuente el Fresno y Villarrubia de los Ojos, por citar algunos de los más representativos.
Durante nuestro recorrido en busca de setas somos acompañados por Fran Dorado, técnico de Turismo del Ayuntamiento de Villarrubia de los Ojos; Conce Sepúlveda, guía local de Villarrubia de los Ojos; y Pablo Escudero, aficionado a la micología y que lleva muchos años recolectando setas, habiendo catalogado unas 150 especies diferentes.
El guía local de Villarrubia de los Ojos, Conce Sepúlveda, es a su vez un gran aficionado a la naturaleza y a todo lo que guarda relación con la botánica. Explica que desde muy pequeño comenzó con el deporte de la caza. Y por esa época decidió cogerse una guía y unos prismáticos para “comenzar a aprenderme los nombres de las distintas especies. Así empecé a colaborar con botánicos, geógrafos y entomólogos, participando además con muchos gremios. Y es que todo lo que hay en el suelo me interesa. De esta manera, voy aprendiendo de gente muy experta, pues yo les aporto los localismos y las costumbres del pueblo y ellos me trasladan su sabiduría más científica”.
Sepúlveda explica que la zona donde comenzó la expedición de recogida de setas se encuentra dentro de un paraje en el que se observan las rañas de la cara sur de los Montes de Toledo, y en el que “se pueden encontrar cerca de cinco tipos de jaras distintas, así como torviscos, diversas plantas herbáceas de mentas y una gran variedad de vegetación”.
Comenzamos la jornada micológica a eso de las once de la mañana. Cuando apenas habíamos dado unos pasos empezaron a aparecer ocultos en el suelo los primeros champiñones Agaricus, muy comunes en la zona. Según indican los expertos, lo ideal es consumir este tipo de champiñones siempre que tienen las láminas rosadas, pues “es cuando están más apetitosos”, mientras que “cuando envejecen sus láminas presentan un color más ennegrecido. Y, en este caso, aunque se pueden comer, su sabor no es tan bueno”.
Casi todos los champiñones Agaricus que hay por la zona son comestibles, salvo el ‘Xanthodermus’ que “se distingue porque cuando lo rozas, amarillea un poco, por lo que tienes que tener cuidado ya que no es apto para comer al ser tóxico”. También es importante no confundir los champiñones con una ‘Amanita Phalloides’, conocida también como ‘hongo de la muerte’, ya que es muy parecida a algunas que son comestibles, por lo que se han dado casos de envenenamiento accidental.
No se espera una buena temporada de setas
Tanto Conce Sepúlveda como Pablo Escudero no esperan que esta sea una buena temporada para la recogida de setas y hongos: “El año no se presenta muy bueno”, indica Conce, mientras que Pablo es menos tajante al afirmar que “aquí la temporada es más tardía. En estos momentos, subiendo desde Madrid hacia el norte de España está nevando y hay muchas heladas, por lo que ya no hay setas. Pero en la zona en la que nos encontramos, aunque ahora viene este frío, al final suelen aparecer las setas y los hongos, por lo que hasta el 15 de diciembre se van a poder recoger, aunque dependerá de la lluvia y de la humedad que tenga el campo”.
El propio Pablo explica que en la zona de Villarrubia de los Ojos y Fuente el Fresno suelen salir muchos champiñones y níscalos: “Dentro del mundo gastronómico, las setas que suelen ser más preciadas por su sabor son la de cardo, la amanita cesárea, la macrolepiota, el níscalo, la senderuela, el boletus edulis y el boletus pinicola”, aclara este gran aficionado a la micología quien señala que una de las especies más raras que ha cogido a lo largo de su vida es el hongo ‘Rhodotus palmatus’, dentro de unas jornadas micológicas que se celebraron en Fernán Caballero, pues es “muy pequeño, está muy poco visto y nace en los olmos”.
Después de realizar un pequeño descanso, proseguimos nuestra ruta para quedar gratamente sorprendidos ante la vegetación del lugar pues pudimos encontrar el denominado té de monte, así como diversas plantas aromáticas, chicorias y varias plantas conocidas como ‘apagalumbres’.
Acto seguido nos encontramos con lo que bien pudiera ser un ‘boletus impolitus’, que, a pesar de ser comestible, no destaca por su gran sabor. También descubrimos varios ‘Pedos de lobo’ y alguna que otra ‘lepiota’, que suelen ser bastante comunes por la zona.
Paseando entre los pinares nos topamos con otro pequeño tesoro: la letrina de una gineta, animal que suele rondar estos parajes con bastante asiduidad. Pero la gineta no es el único mamífero que merodea por la zona, pues según nos comenta Conce Sepúlveda, que es un gran conocedor de este tipo de animales salvajes, pues por las inmediaciones del Santuario habitan a su vez otros animales que también suelen predominar dentro del monte mediterráneo como son los zorros, los tejones, las garduñas, las comadrejas y los meloncillos.
A eso del mediodía llegamos hasta un entorno privilegiado. Flanqueado por cuatro majestuosos fresnos antiguos podemos observar, escondidas entre la frondosidad vegetal, dos magníficos ejemplares de ‘Macrolepiota procera’. En este sentido, Pablo Escudero nos alerta de que “siempre hay que coger este tipo de setas cuando presentan un tamaño a partir de 10 centímetros, porque hay setas lepiotas más pequeñas que son venenosas, por lo que hay que tener mucho cuidado al recogerlas”.
La importancia de la cesta para recoger las setas
La importancia de una cesta de mimbre a la hora de recoger setas u hongos va más allá de lo meramente visual o estético. Pablo Escudero explica que la cesta es “esencial” para transportar mejor las setas: “en primer lugar es importante para que no se golpeen, pues si las metes en una bolsa se van a golpear, se rompen y puede hasta que lleguen a fermentar. Pero la cesta también permite que a las setas les de el aire por los agujeros. Por ello, es importante poner las setas recolectadas boca abajo dentro de la cesta con el fin de que vaya echando esporas, que son como las semillas”.
Respecto a la afición por la micología en la provincia de Ciudad Real, Conce Sepúlveda indica que si bien en Villarrubia de los Ojos no existe mucha afición respecto al estudio de los hongos y de las setas “sí que suele salir gente al campo para coger la típica seta que conoce de toda la vida para poder consumirla luego. Pero estamos hablando de tres o cuatro variedades a lo sumo, pues las demás no les interesan a casi a nadie. Entre ellas se encuentran la seta de cardo, la seta de chopo, los níscalos y algunos tipos de boletus”.
A su vez aconseja a todas aquellas personas que estén interesadas en pasar un agradable día otoñal alrededor del término municipal de Villarrubia de los Ojos a que “se den un paseo sin hacerle daño al monte. Aquí podrán apreciar desde las cornicabras que se ponen rojas como los colores del otoño, hasta los chopos. También podrán encontrarse por el camino algún tipo de setas comestibles o bien disfrutar de algunas plantas aromáticas como la mejorana u otras medicinales como el torvisco”.
Nuestra aventura micológica termina cerca de las dos de la tarde. A pesar de haber recogido interesantes ejemplares, algunos de ellos de gran tamaño como las dos macrolepiotas, Pablo Escudero considera que “tiene que llover un poco más para que aparezcan más setas, pues ahora mismo el campo está un poco seco”.
Pero ha sido una buena jornada y nos vamos satisfechos con el maravilloso día de campo vivido y con el botín conseguido pues dentro del mismo puede apreciarse dos Macrolepiota procera; una Suillus; una Fomes fomentarius, conocida también como seta casco de caballo; una senderuela Marasmius oreades y una falsa senderuela Marasmius collinus (una de las cuales es comestible mientras que la otra es indigesta); una Calvatia; y algunos champiñones silvestres, que ahora está creciendo con bastante frecuencia en la zona.
De setas por Piedrabuena
Otro gran entendido en setas y níscalos dentro de la provincia de Ciudad Real es Domingo Navas Sanpablo. Natural de Piedrabuena, a lo largo de su vida también ha estado recogiendo setas por la zona de los Pirineos, así como por las provincias de Huesca, Teruel, León, Soria, Ávila y por numerosas partes de Castilla-La Mancha.
Domingo también considera que esta no va a ser una buena temporada de setas, boletus y níscalos: “Este año se presenta muy mal. Ahora mismo apenas se ven níscalos en el campo. El otro día apenas pude apreciar unos cuantos botoncitos y un níscalo viejo posiblemente de las primeras lluvias de agosto. Pero, en términos generales, he estado por muchos pinares y casi no he visto ningún níscalo”.
Por este motivo considera que, dadas las fechas en la que nos encontramos, es difícil que revierta la situación, pues aclara que para las setas “lo peor son las heladas” a lo que añade que el níscalo “todavía puede salir, porque por algunas zonas ya los hemos visto mis compañeros y yo”.
Navas, que a sus casi 67 años de edad lleva casi 50 recogiendo setas, indica que las especies más comunes dentro del término municipal de Piedrabuena son los níscalos, los boletus, el champiñón salvaje, la seta de cardo, la seta de chopo, y alguna que otra macrolepiota.
Importantes recomendaciones a la hora de recoger setas
Los expertos consideran que a la hora de ir a recoger setas es importante respetar el entorno y hacer una recolección sostenida para evitar dañar los bosques, el monte y el conjunto del ecosistema. En este sentido, lo ideal es recoger solo las setas que se vayan a consumir y, en caso de que no se conozcan bien las variedades de setas y hongos que son aptas para el consumo humano, es importante que las personas se informen, participen en las diferentes jornadas micológicas o bien vayan acompañados de algún experto en la materia para reconocer perfectamente las distintas variedades existentes. Y es que muchas de ellas pueden llevar a confusión debido a su gran parecido, pues si bien en principio algunas pueden parecer comestibles, al final puede que sean tóxicas, nocivas para la salud o incluso mortales.
Hace aproximadamente cinco años, la Consejería de Agricultura, Medio Ambiente y Desarrollo Rural de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha publicó una orden que regulaba la recolección de setas silvestres en los montes de la región.
La citada norma regula la recolección de las especies de setas silvestres comestibles o con usos medicinales, mientras que, en el caso de otras setas con fines científicos, divulgativos y educativos, se necesita una autorización para ser recogidas.
Asimismo, la orden incide en que se podrán recoger las setas que hayan alcanzado su tamaño normal de madurez, respetando los ejemplares pasados, rotos o alterados. En este sentido, las setas recolectadas por error o alteradas deben dejarse en el terreno en su posición natural.
También habla de los sistemas y recipientes utilizados para la recolección y el traslado de las setas por el monte, indicando que deberán permitir su aireación y la caída al exterior de las esporas, mientras que las herramientas utilizadas para la recolección de setas tienen que ser navajas y cuchillos.
A su vez, el terreno deberá quedar en las condiciones originales, debiendo rellenarse los agujeros producidos en la extracción, en su caso, con la misma tierra extraída. Las setas deberán ser recolectadas y transportadas de forma que permitan su correcta identificación taxonómica.
La administración regional también prohíbe prácticas como remover el suelo, la recogida durante la noche y el uso de bolsas y cubos de plástico para transportarlas, así como la recolección en espacios naturales protegidos.
Jornadas micológicas
Durante el otoño se celebran a lo largo y ancho del panorama provincial importantes jornadas micológicas. Una de las más destacadas tuvo lugar el pasado fin de semana con las XXIII Jornadas Micológicas y del Medio Ambiente en Saceruela, en cuya organización colaboran el Ayuntamiento de Saceruela, la Orden del Sacer, la Escuela de Ingenieros Agrónomos y la Diputación de Ciudad Real.
Como en cada edición, se desarrollaron interesantes conferencias a la vez de diversas actividades, recolectándose más de 100 especies de setas diferentes.
Otro de los encuentros más significativos de la provincia son las Jornadas Micológicas de Villarrubia de los Ojos que se celebraron este sábado 4 de diciembre y que han permitido conocer los diferentes tipos de setas que hay en el entorno.
En la celebración de esta jornada participó Lucas Sobrino, profesor de Medicina de la Universidad de Castilla-La Mancha.
Dignas de mención son también las IX Jornadas micológicas de Fernán Caballero, que comenzarán el 12 de diciembre con una charla sobre las consideraciones básicas para salir a buscar setas. Posteriormente se realizará una excursión micológica por el término municipal de Fernán Caballero. La jornada concluirá con una exposición de setas con invitación a unas migas manchegas en el Salón Octavo centenario.