Este martes abrió sus puertas en La Posada de Los Portales la exposición colectiva, “Arte, palabra y tierra” donde 37 creadores de Tomelloso enseñan su talento en la pintura, el dibujo, la fotografía y la escultura con diferentes técnicas, lenguajes y estilos, pero con el común denominador de una temática que hace alusión a la tierra y en el contexto de una Fiesta de las Letras que recuerda a la familia Grande Aguirre. La apertura levantó un gran expectación y, de hecho, la planta de arriba de La Posada casi se quedó pequeña para acoger al numeroso público que no quiso perderse esta explosión de creatividad, ideal para tomar el pulso al buen momento que vive el arte en la ciudad.
La inauguración contó con la presencia de la alcaldesa, Inmaculada Jiménez; la concejala de Cultura, Nazareth Rodrigo, numerosos amantes del arte y los artistas participantes en una exposición que permanecerá abierta hasta el próximo 4 de septiembre. La muestra rinde homenaje póstumo a Ezequiel Cano y Marcelo Grande, cuyas obras ocupan un lugar central en el recinto.
En la exposición comisariada por Caroline Culubret participan: Adela Cabañas Onsurbe, Ana Belén Martínez Serrano, Ana Parra, Andres Ruiz Paraíso, Angel Pintado Sevilla, Asis Camacho, Cármen Abad Andújar, Cármen Jiménez, Caroline Culubret, Concha Espinosa, Dionisio Cañas, Félix Huertas, Fermín García Sevilla, Inma Pon, Javier Carrión, Jose Carlos Ortiz Fernández, Jose Carretero Arribas, Jose Ramón Jiménez López, Juan Antonio Fernández Durán, Librada Martínez Cano, Manuel Buendía, Manuel Solana Espinosa, María Abad Andújar, Maria Abad Carrión, Maria Jesús Martínez Serrano, Maria Jesús Navas, Maku, Pepe Carretero, Pilar Jiménez Amat, Rafael Rodrigo (MeOne), Roberto Carretero Casero (Gobi), Rogelio García, Rogelio Garrido, Santi Lara y Silvia de Castro.
Inmaculada Jiménez valoró el nuevo formato de la Fiesta de las Letras que ya no se limita al acto del 30 de agosto “sino que abarca actividades durante todo un mes, sacando la cultura a la calle. Agradezco el trabajo de Nazaret Rodrigo y de Caroline Culubret que han conseguido emocionarnos reuniendo el arte de nuestra gente en esta Posada”. Subrayó la alcaldesa que”Tomelloso tiene un germen especial en la cultura, con mucha gente que pinta, escribe y crea” y no descartó la posibilidad de que en un futuro no muy lejano “Tomelloso cuente con un museo donde poder albergar todo este arte y talento”.
Jiménez recordó a Ezequiel Cano y Marcelo Grande “dos grandes del arte, que están muy presentes en esta muestra” y animó a participar “en una programación muy cuidada que llevará el arte a numerosos rincones de la ciudad”.
Una ocasión ideal para reunir a los artistas locales
Culubret también celebró ese carácter más especial que tiene la programación de la Fiesta de las Letras extendida a todo el mes de agosto y el merecido homenaje que se rinde a Félix Grande, Paca Aguirre y Guadalupe Grande. “Cuando me propusieron ser comisaria pensé que era una ocasión ideal para reunir a los artistas locales de distintas generaciones, artistas de cuna y de adopción, y en la que no están todos, espero que el año que viene la representación todavía sea más amplia y entonces quizá necesitemos una sala mayor” .
La comisaria de la muestra recordó con emoción a Marcelo Grande y Ezequiel Cano. “Agradezco a Justi, su mujer, y a sus hijos que nos hayan dejado una de sus últimas obras. Ezequiel era una bellísima persona, gran amante del arte, autodidacta pero con una forma muy académica trabajar y acompañado siempre de una gran sensibilidad. Discípulo de Antonio López Torres, solía contar muchas charlas de su experiencia con el maestro. En el estudio me he quedado con un recuerdo suyo: un caballete diseñado y realizado por él que le encantaba a Marcelo Grande”.
La palabra estuvo muy bien representada por Dionisio Cañas que expresó su alegría por ver la “cantidad de creatividad que hay en Tomelloso, algo digno de estudio. No se trata de ver quién es el mejor o el peor, lo importante es que todo el mundo esté creando”. Cañas ensalzó la figura de Félix Grande con el que entabló una gran amistad. “Hasta que escribió La balada del abuelo Palancas no había escrito mucho de Tomelloso, pero lo tenía muy presente en sus recuerdos de infancia como pastor. Físicamente no están y les he dedicado una frase, solo en el silencio, el silencio habla, con la que quiero transmitir que aunque ya no estén, ese silencio hablará por ellos”.
