M.T.T., el primer acusado de una violación masculina juzgado por la Audiencia de Ciudad Real, ha sido absuelto del delito de agresión sexual con acceso carnal a un joven de 18 años en Tomelloso, por el que la fiscalía pedía 8 años de cárcel.
La sección primera de la Audiencia ha sentenciado que no queda acreditado que existiese violencia e intimidación en las relaciones sexuales que denunció la presunta víctima, parte de ellas recogidas en un video que la sala ha visionado como una prueba más.
La presunta víctima besó al agresor
El tribunal, que en líneas generales habla de “inconsistencia” en la descripción de los hechos del denunciante, ha apreciado que violador y presunta víctima “se besan”., más bien es este último el que besa voluntariamente al presunto agresor en un momento de la grabación, lo que inclina la balanza a favor del denunciado. Por todo esto “la Sala duda de la concurrencia del consentimiento de la víctima para las relaciones sexuales”, dice textualmente el tribunal en el fallo.
4 meses en prisión por esto
“Estamos muy satisfechos, mi representado estuvo cuatro meses en prisión por estos hechos y lleva dos años sin poder residir en Tomelloso”, ha explicado a Lanzadigital.com Eduardo García de León, abogado de M.T.T., que esperará a que la sentencia sea firme –la fiscalía podría recurrir- para reclamar por daños y perjuicios.
El acusado y la presunta víctima se conocieron por casualidad la madrugada del 29 de agosto de 2016. M.T.T. circulaba por Tomelloso con su coche sobre las siete de la mañana (volvía de la feria) cuando vio caminando por la calle al joven que se subió voluntariamente al vehículo.
Según la víctima lo hizo para indicarle cómo ir al bar Eclipse, el acusado sin embargo sostiene que se montó para acompañarle a tomar una copa a ese bar. También explicó en el juicio que practica cruising (término con el que se conoce la actividad de buscar sexo en lugares públicos, principalmente por hombres homosexuales), y que el muchacho no se resistió cuando lo llevó a un descampado y le hizo una felación, que M.T.T. grabó en video “como parte del juego”.
También se considera probado que al acusado le sonó el móvil: era su hermana que lo llamaba para que la llevará en coche al trabajo. M.T.T. paró y con el chaval en el coche fue a recoger a su hermana y a llevarla donde le pedía. Después volvieron al descampado y continuaron manteniendo relaciones sexuales del mismo tipo que las primeras, hasta que sobre las nueve el acusado dejó al joven en su casa y le amenazó con hacerle daño a su familia si lo denunciaba.
Pero la presunta víctima, ahora de 20 años, no le hizo caso y cuando sus padres le preguntaron dónde había estado y cómo es que volvía a esa hora replicó: “Un gitano me ha obligado a chupársela”. Su madre avisó a la Guardia Civil.
La sentencia, que se acaba de notificar a las partes, todavía no es firme.