La asociación nace en Tomelloso, zona de caza, en la que abundan estas razas. Los numerosos abandonos, la carencia de ayudas y adopciones, hicieron muy necesario que surgiera una asociación que ayudara a paliar la precaria situación que viven algunos de estos animales. Su objetivo es rescatar, rehabilitar y encontrar familia a los perros que se encuentran en situación de desamparo. Al mismo tiempo, se busca concienciar sobre la situación que sufren estos animales para que sean vistos como los nobles animales de compañía que son.
En plena festividad de San Antón, Lanza ha hablado con Ainhoa Mendoza, presidenta de la asociación, que nos habla del ingente trabajo que siempre tienen por delante para proteger a los animales. En la fotografía que acompaña este artículo aparece Mario. Fue abandonado en medio del campo con la pata destrozada por un cepo. Le pusieron un calcetín encima y se lo sujetaron con cinta aislante, ese fue el único “cuidado” que le proporcionó su dueño antes de abandonarlo a su suerte. Lo recogieron con una septicemia enorme y no hubo nada que hacer por su pata.
Ainhoa empieza hablando de la situación actual, que lamentablemente, no es nada halagüeña. “Pasamos por un momento complicado, es la primera vez en diez años que no estamos recogiendo perros. Nos vamos a quedar solo con los perros que tenemos porque estamos desbordados, la gente nos sigue llamando”.
La asociación acaba de cambiar de refugio. “Antes estábamos en un almacén de construcción que nos alquilaba Frutos Galindo, cerca de la avenida Juan Carlos I, pero vendieron la propiedad, de hecho él ya nos había avisado que su intención era vender cuando pudiera. Nos hemos ido a otro sitio mucho más pequeño, sobre todo en su zona cubierta. Ahora mismo tenemos veinte perros”.
Después de una trayectoria de casi una década, la presidenta de Galgos de la Mancha hace balance. “Habremos recogido más de setecientos perros, también algunos gatos, incluso burros…Se ha hecho un buen trabajo, pero ahora estoy embarazada de siete meses y no puedo atender el refugio como antes. Y los voluntarios entre trabajo o estudios también lo tienen complicado. En definitiva, hay una serie de factores que han empeorado las cosas, pero esperemos que sea algo solamente temporal y podamos recuperar nuestro habitual ritmo de actividad”
Los responsables de la asociación piden desesperadamente ayuda para atender a los animales y los vecinos de Tomelloso suelen responder bien. “Somos un poco pesados, pero quizá por esta insistencia la gente acaba respondiendo muy bien. Lógicamente, no puedes pedirles un compromiso a diario. Las ayudas son para operaciones, perros que hay que ingresar, comida…y la gente buena nos ayuda. Luego está la otra cara de la moneda de gente que abusa. Les recoges cuatro perros hoy y al poco te llaman con otros cuatro. El problema es que los hemos acostumbrado a recoger los galgos en la puerta de su casa. Se lo ponemos demasiado fácil”, explica Mendoza.
Afortunadamente, las adopciones van en aumento y se va viendo cumplido el gran sueño de la asociación que el galgo se viera como un animal de compañía. “La gente cada vez adopta más, sobre todo gente joven. En general, en España el galgo se adopta mucho y es un perro que se ha acabado poniendo de moda. El grado de concienciación ha aumentado y los galgos son mejor tratados, aunque el problema es que la ley animalista que acaba de salir no soluciona realmente el foco del problema porque los perros de los sectores donde peor los han tratado se han quedado fuera. Es cierto que se avanza en muchas cosas, pero han quedado fuera lo que son los perros de trabajo, caza, ganadería o policía, por poner algunos ejemplos, que quedan a disposición de lo que se legisle en las Comunidades Autónomas, y los animales podrían perder derechos que antes tenían”.
Los responsables de Galgos de la Mancha todavía no han hablado con la Corporación municipal que tomó posesión el pasado mes de junio, pero esperan hacerlo en breve. Al final, Ainhoa lanza el mensaje de las dificultades del momento “aunque estamos un poco en cese temporal, volveremos porque hay mucho trabajo por hacer”, termina diciendo.
