Alonso Lara Mezcua tiene 13 años, para cumplir 14. El pasado fin de semana ganó la Olimpíada Matemática de Castilla-La Mancha en la modalidad Juvenil. Va a representar a la región en la fase nacional que se celebra el primer fin de semana de junio en Albacete. Cursa tercero de la ESO en el Instituto García Pavón, aunque da Matemáticas de primero de Bachillerato. Alonso también practica el ajedrez, en abril ganó el Campeonato de Ajedrez Sub-14 de Castilla-La Mancha.
A pesar de que Alonso no deja de ser un niño, tiene una madurez sorprendente y un físico que impone. Se comporta como un adulto y tiene claras sus ideas y, sobre todo, sus prioridades. Charlamos con el flamante campeón regional en la biblioteca de su instituto, nos acompañan el jefe de estudios, Jesús María Cano y la jefa del departamento de Orientación, Ana Belén Lozano.
—¿Qué ha supuesto para ti la consecución de este importante galardón?
—El año pasado año también participé en la Olimpiada y a pesar de que me preparé bastante no se me dio tan bien. Me quedé un poco más triste. Este año fui a Almagro con mucha ilusión y se me ha dado mucho mejor. También la experiencia ha sido mucho más impactante ya que en 2021 fue online debido a la pandemia y en esta edición he estado conviviendo con los treinta chavales que se han clasificado. Son gente muy interesante y maja y seguimos en contacto.
—¿Qué pruebas has tenido que superar en la final?
—Se trata de un examen un poco raro. Dura más de dos horas y son solamente tres problemas. Muy difíciles y no son los típicos que ponen en el instituto. Se trata de planteamientos a los que tienes que darle muchas vueltas, muchos están por encima de tus posibilidades y tienes que crear alguna forma ingeniosa de resolverlos.
—¿Y hasta llegar a Almagro?
—Primero fui seleccionado directamente en el instituto como confiaban en mí por los resultados que obtuve el pasado año. Participé en la Olimpiada provincial que se celebró en el paraninfo de la Universidad, me quedé tercero. La prueba fue similar a la regional, también constaba de tres problemas, pero me pareció que tenía una dificultad menor. Participamos más de setenta alumnos de Segundo Ciclo que corresponde a 3º y 4º de la ESO.
—Y ahora a representar a Castilla-La Mancha en la Olimpiada Nacional…
—Exactamente. Es el 4 de junio en Albacete. Quiero felicitar a los de Primer Ciclo, entre los que tengo grandes amigos, porque son los que se van a llevar la mejor parte, van a estar tres días. Pero la Olimpiada Juvenil en la que yo participo es online. Consta de dos pruebas, una individual al estilo de las que hemos hecho hasta ahora y luego hay una colectiva en la que los tres que han ganado se unen para resolver problemas.
—¿Te estás preparando?
—Estoy con exámenes y tengo un torneo de ajedrez cerca, pero aún así voy a prepararme. Sobre todo, haciendo problemas. Además, estoy en contacto con los chicos que quedaron segundo y tercero y estamos practicando cosas.
—¿Cómo te llegó la afición a las Matemáticas?
—Siempre he sido una persona curiosa y las Matemáticas se me daban bien desde pequeño. Pero más que nada fue el hecho de que en un momento determinado lo que me explicaban en clase era, por decirlo de alguna forma, más repetitivo, más de memorizar. A mí, además de hacer números me gusta pensar, razonar, aprender cosas nuevas, en definitiva. En ese sentido, internet fue una gran ayuda, he visto muchísimos vídeos en YouTube de Matemáticas. En la cuarentena estuve aprendiendo y he alcanzado un nivel bastante alto.
—Es decir, que eres un friki de las Matemáticas.
—Decididamente. Pero también soy muy autodidacta
—Eso te ha permitido ir adelantado con respecto a la programación del instituto.
—Sí, pero me gustaría hacer una pequeña reflexión. En el instituto las Matemáticas son un medio para conseguir una nota. Sin embargo, cuando tú aprendes a programar, por ejemplo, lo haces porque te gusta. Es decir, es como ir al gimnasio para ponerte fuerte o correr con los amigos para divertirte y a la vez ponerte en forma.
No hice sexto de Primaria, pasé directamente a la ESO. En segundo vieron mi talento con las Matemáticas y me subieron a cuarto de la ESO en esa materia. Aquello me gustó mucho, tuve un profesor magnífico, Sergio Arroyo, al que saludo desde aquí. Al comienzo de este curso pensaba que iba a estar en las mismas, le pedí ayuda a Ana Belén Lozano, la orientadora, que pidió para mí una flexibilización, esto es, saltarse un curso. Estoy en cuarto de la ESO y dando Matemáticas de Bachillerato. El García Pavón es de los pocos institutos que atienden estas necesidades
—Aunque a la mayoría las Matemáticas nos parezcan muy farragosas y abruptas, forman parte de nuestra vida, ¿no es así?
—Ahora sobre todo con internet y el big data, las mates están detrás de todo. Además, están faltando matemáticos en el sistema educativo español y el de otros países porque los que hay se los están llevando las empresas… Y no les están pagando muy bien, por cierto. Además, si se pusiera más énfasis en popularizar las Matemáticas, sobre todo a una edad temprana no habría esos prejuicios hacia ellas, ser aburridas o difíciles.
Estoy convencido de que quien sepa Matemáticas va a comprender el mundo y, de hecho, lo puede dominar. Es el caso de los indios o los chinos que son buenísimos.
—Deduzco que vas a encaminar tus estudios superiores hacía las Matemáticas.
—No voy a hacer Matemáticas exactamente, pretendo estudiar ciencia y biotecnología donde son muy necesarias, especialmente en áreas como el cálculo y el álgebra lineal.
—¿Cuáles son tus matemáticos de cabecera?
—No idolatro a nadie, pero hay algunos que me llaman mucho la atención. Hay un matemático completamente autodidacta, no le enseño nadie, aprendió solo con libros. Se trata del indio Srinivasa Ramanujan que murió muy temprano desgraciadamente. Para mí es la persona de la historia más talentosa para las Matemáticas, era pobre y sin recursos aprendió por su cuenta. Otro matemático brutal fue Evariste Galois, un francés que murió en 1832 con apenas veinte años tras una vida de novela. Su muerte se debió a un duelo por cuestiones amorosas. Pero unas horas antes, durante la madrugada, sabiendo que podía ser su última noche, escribió la que después se llamó la teoría de Galois, un planteamiento revolucionario que cambió el álgebra para siempre.
—También practicas el ajedrez con muy buenos resultados…
—He tenido bastante éxito a nivel regional, pero he de decir que en ajedrez no estoy al mismo nivel que en Matemáticas, creo que tengo más talento. Pero las Matemáticas y el ajedrez tienen mucha relación, aunque el primer, a nivel competitivo tiene mucho más de deporte y a nivel práctico. Es difícil encontrar a gente que practique Matemáticas a un nivel alto y además, practique el ajedrez y compita. Solamente, además de mí mismo, he encontrado a una persona que haga las dos cosas a la vez.
—¿Son raros los matemáticos?
—Quería desmentir el mito de que los matemáticos tienen siempre una pinta más “nerd” con sus gafitas y encerrados en su habitación. Esto no tiene por qué ser verdad. He conocido a chicos que hacen triatlón, nadan, juegan al fútbol y otros tocan algún instrumento. Son gente muy interesante, pero fundamentalmente, son gente normal que tienen muchos amigos y se relacionan con muchas personas.
—¿Se te ha quedado algo en el tintero?
—Me gustaría publicar el programa “Estalmat”, totalmente gratuito en el que participan profesores de Matemáticas. Pretende estimular el talento matemático, detectándolo en una edad temprana y poniendo en contacto a los jóvenes con aspectos de las Matemáticas habitualmente desconocidos para ellos.
