Según ha explicado a Lanza, Pedro López Montero, una veintena de nuevos proveedores se han incorporado al suministro de uvas a Altosa , “quien respondió según lo esperado con fluidez y buenos precios a pesar de la inestabilidad del mercado y demuestra el alto grado de confianza que siguen teniendo los proveedores en nuestra bodega”.
Procedente de una larga tradición de destiladores, Altosa sigue aunando experiencia con moderna tecnología para lograr ser un referente, no sólo nacional sino también internacional. Sus dominios incluyen dos plantas de destilación, las cuevas y los viñedos.
En la primera de las plantas se destila el vino para transformarlo en aguardiente. La segunda sirve para el reposo y la crianza en roble de brandys y destilados. Su viñedo abarca 20.000 hectáreas y se aprovechan las cuevas del entorno para crear en su interior las que probablemente son las bodegas subterráneas más grandes del mundo.
Su enorme viñedo necesita producir grandes cantidades de vino para la elaboración de sus productos. Tras una muy estricta selección de jóvenes vinos se elaborarán brandys envejecidos y alcoholes y aguardientes vínicos que son muy apreciados en los mercados.