Este proyecto ha constituido un nuevo reto técnico para esta empresa castellano-manchega, ya que las piezas han sido diseñadas y construidas para adaptarse a las duras condiciones requeridas por el cliente para esta zona ártica, y una vez que dichas piezas hayan quedado montadas y soldadas, con un peso de unas 250 toneladas cada una, Anro prevé que sean izadas en las próximas semanas, por una grúa de cadenas de gran tonelaje, hasta sus apoyos definitivos.
El trabajo de Anro en este proyecto finalizará poco después una vez completadas las soldaduras y el pintado de estas grandes piezas metálicas, que conformarán dos tableros independientes del puente, que cruzará una entrada del mar en el litoral de esta ciudad noruega de Bodo, capital de la provincia de Nordland y segunda localidad más poblada de la región de Nord-Norge, ubicada dentro del Círculo Polar Artico y bajo la zona de la aurora boreal, lo que le permite disfrutar de sus vistas, y en verano del sol de medianoche, desde el 4 de junio hasta el 8 de julio. La posición de esta ciudad entre el mar y el interior le ha otorgado un importante desarrollo económico desde el fin de la Segunda Guerra Mundial, apoyado en el sector terciario, especialmente en comunicaciones y transporte.
Otros puentes en Irlanda y Argelia
Además de estos puentes en Noruega, Anro ha realizado recientemente estructuras para otros importantes puentes en Irlanda y en Argelia; en Irlanda para un puente de 150 metros de longitud y 25 de anchura, que formará parte de una nueva autopista en el suroeste del país y en Argelia para un puente de 40 metros de longitud destinado al nuevo tranvía de la ciudad de Ouargla, en la primera línea de tranvía del norte de África.
