En el mundo del fútbol hay factores como el trabajo o la suerte que te acercan o alejan de una victoria. Pero también está el orgullo. Y el orgullo no se entrena. Se demuestra en cada segundo, en cada balón, en cada partido. Luego está el coraje y la seña de identidad de un equipo. Unas veces aparece. Pero otras, no.
El Atlético Tomelloso quiere enderezar el rumbo para no meterse en problemas tras el mal partido del pasado domingo ante el Manchego. Tras tirar de trabajo y compromiso y no encontrar respuesta alguna, toca tirar de orgullo. De coraje y de orgullo, pero enderezar el rumbo. Viaja el equipo auriverde a Marchamalo este domingo en busca de una permanencia que parece resistirse. Una victoria sería ideal para los de Darío y significaría rozar con la yema de los dedos el objetivo, pero un empate no sería nada malo al tratarse de un duelo directo.
Y es que los auriverdes marchan duodécimos en la clasificación con 39 puntos, un punto más que el conjunto gallardo, décimo cuarto en la clasificación. Tras perder por la mínima hace siete días ante el Manchego en un partido para olvidar, los de Darío quieren recuperar su seña de identidad, unirse más que nunca y trabajar para traerse algo positivo.
Pero no será tarea fácil ya que el rival también cuenta y llega con toda la necesidad del mundo a este envite. El equipo de Fran García viene de ganar al Mora y de empatar con el Marchamalo, pero una mala racha de tres derrotas seguidas le ha hecho meterse en la zona de peligro.
Se prevé un partido muy igualado con dos equipos necesitados que tratarán de no arriesgar para conceder lo menos posible.
Para el encuentro, Santi Cabeza es baja por sanción, mientras que Chendo y Luque se lo perderán por lesión. Sin embargo, la principal novedad es la vuelta de Manu Monteagudo tras superar su luxación en el hombro izquierdo.
En la previa del encuentro, y a pesar de la derrota del Manchego que tanto dolió a la parroquia del Paco Gálvez, Darío indicaba que “la semana ha ido de menos a más. Lo que toca es olvidarlo cuanto antes y no volver a cometer los mismos errores. Vamos con la responsabilidad que conlleva este partido y trataremos de sumar algo positivo”.
Por otro lado, apuntaba que “es un partido muy importante y sabemos que nos jugamos mucho, pero tampoco es una final porque quedan cinco partidos y este equipo todavía puede dar mucho de sí, entre otras cosas, porque confío ciegamente en ellos”. En cuanto al rival, el técnico auriverde comentaba que “el Marchamalo es un equipo que desde la llegada de Fran le ha dado un aire diferente y que le está sacando mucho rendimiento. El equipo está claro que va a más, con dinámica y cogiendo confianza”. Por citar algunos nombres, Darío avisaba sobre “Cheki, Aitor, Borja o Cabanillas, por citar a alguno, aunque tiene muchas alternativas en cuanto a velocidad, experiencia y juventud”. En este sentido, también avisaba que “es un partido de gran importancia para ellos” y finalizaba diciendo que “espero un partido igualado, que no nos tiemblen las piernas a ninguno de los dos, que no sea de ida y vuelta y donde cualquier balón parado o cualquier error puede hacer mucho daño a ambos equipos”.