Decenas de personas de Tomelloso, Albacete, Daimiel, Valdepeñas, Tarancón y Almansa han asistido a un encuentro en el que se ha puesto de relevancia la importancia de los familiares a la hora de la recuperación de los adictos. Ha estado presente el recuerdo del recientemente fallecido, Ángel Jiménez Martín, presidente de la Federación de Adictos en Rehabilitación de Castilla-La Mancha, FAARFACAM y de la presidente de la Confederación de Alcohólicos, Adictos en Rehabilitación y Familiares de España (CAARFE).
Unas jornadas que han inaugurado la presidenta de Asociación para la Rehabilitación de Adicciones de Tomelloso, Ramoni González y la concejala de Servicios Sociales, Elena Villahermosa. Conducido por dos miembros de Asora, Juan y Pablo, el acto ha contado con las intervenciones de Rosa María Blázquez, Marcos Agudo y Javier Ortiz. La nota musical la han puesto Celia Tinajo, con la danza y José Daniel Montañés con el violín.
El secretario de la Federación de Castilla-La Mancha, el daimieleño Emilio Belmar, ha comenzado las Jornadas con unas palabras de recuerdo para Ángel Jiménez. Ha destacado su esfuerzo, implicación y dedicación en un movimiento que “tiene que seguir adelante, el legado de Ángel”. Se ha guardado un emotivo minuto de silencio.
La importancia de la familia
Tras dar las gracias y la bienvenida a los asistentes a las jornadas, que Asora ha llamado “Adicción: efecto dominó”, la presidenta del colectivo ha destacado la importancia de la familia para la recuperación del enfermo. Y es que, ha asegurado, necesita de un lugar seguro en el que transmitir sus miedos y necesidades. Ese ha sido el leitmotiv del encuentro y lo que van a tratar los ponentes, ha adelantado González.
Apuesta por la prevención
Elena Villahermosa ha valorado el lema de las jornadas, ya que la adicción provoca un efecto dominó en el que se derrumban los pilares de la persona. Las adicciones, ha dicho, son “una realidad cada vez más cercana en nuestro entorno y cada vez más preocupante”. El Ayuntamiento es consciente de la necesidad de apoyar a asociaciones como Asora que nacen “por y para la ayuda a los demás”. La edil, que ha alertado del aumento de las adicciones, en edad cada vez más temprana, ha recalcado la importancia de estos colectivos. las herramientas de las que “disponemos para poder combatir las adicciones son la información que nos facilitan las asociaciones y también los usuarios y sus familiares”. Servicios Sociales apuesta “por la prevención y estamos comprometidos para poner los recursos mediante convenios con estas asociaciones que tan importante labor están desarrollando”.
Los familiares también son enfermos
Rosa Blázquez, psicopedagoga y especialista en terapia de familia, ha querido romper ese rol de necesario sacrificio de los familiares a la hora de la rehabilitación del enfermo adicto. Blázquez, en una intervención en la que ha mezclado sus conocimientos profesionales con su condición de adicta y familiar de adictos (“la adicción es mi vida”), ha recalcado la importancia de la prevención y el daño que ha hecho la pandemia. Blázquez ha aprovechado para propugnar la necesaria unión en el movimiento.
Los adictos, muchas veces “olvidamos el daño que hemos hecho a nuestros familiares”. Un daño, ha apuntado, que puede que sea mayor que el del enfermo. Y es que, “los enfermos llegamos a la adicción porque nos gusta. Pero el familiar que tiene un adicto en casa, desde el primer momento empieza a sufrir”. Tiene claro Rosa Blázquez que en las asociaciones hay que tratar también a los familiares “que llegan con problemas físicos, psicológicos y sociales”, incluida la codependencia. Ha puesto un ejemplo revelador ese sentido, “cuando la gripe entra en una casa el antibiótico se lo toma el enfermo, pero si la familia se contagia, también se lo tiene que tomar”. Ha pedido a los asistentes para acabar que “no abandonéis este movimiento, ni dejar de saber que somos enfermos adictos y familiares enfermos”.
Hay que pedir ayuda
Marcos Agudo Sánchez, ludópata inactivo, ha hablado de “La verdad que se esconde detrás del salón de juegos”. Durante ocho años fue adicto al juego, “de mis 18 a mis 26 años”. Desde entonces hasta ahora “pedí ayuda, conté el problema a mí familia y me apoyé en una asociación, he podido llevar estos seis años de vida. Dejé de sobrevivir para empezar a vivir”. Lo más importante para la rehabilitación, apunta Agudo “es no mantener tu problema en secreto. Hay que dejar los tabús y miedos de que no den de lado; desde el momento en que tomé la decisión de contarle mi situación a mi padre, curiosamente por escrito, comenzó mi camino de vida”.
Un adicto bien recuperado es una persona con valores
“Objetivo libertad” ha sido el título de la ponencia de Javier Ortiz, coach, intervencionista familiar en adicciones y terapeuta en conductas adictivas. Asegura que para salir de las garras de la adicción “es necesaria una palabra que me encanta, rendición. Dejar de luchar, aceptar la derrota con una entrega total a la recuperación”. Pero para llegar a ese punto de “rendición” es necesario un proceso, apuntó Ortiz, “que cuanto antes lo sufras, antes te recuperarás”. Tiene claro el ponente que se puede salir de las adicciones, aunque “no es un camino fácil. Por otro lado, un adicto bien recuperado es una gran persona, responsable, con valores”. Ha valorado la importancia del entorno para la recuperación del adicto”.